Parashá 44 “Devarim”

Hoy abrimos el último libro de la sección de la Toráh, llamado “Devarim”; recordemos que cada libro lleva el nombre de la palabra con que inicia; por ejemplo:

·Bereshit (“en el principio”)
·Shemot (“Nombres”)
·Vayikrá (“Llamó”)
·Bamidbar (“en el desierto”)
·Y Devarim (“Palabras”)

Devarim se transliteró como Deuteronomio , del griego “Deuteros” (Segundo) y “Nomos” (Ley), es decir “Segunda Ley”; sin embargo, Devarim en hebreo significa “Palabras”.

A este libro también se le conoce como la Mishneh Toráh, porque Moshé repite las instrucciones a la nueva generación, Mishneh significa repetir.

Está escrito, mayoritariamente en segunda persona, ya que es Moshé el que habla al pueblo. Es debido a esto que los jajamim (sabios) le llaman a este libro: “¡Las Palabras de Moshé!”.
Su narrativa se puede catalogar como la puerta de transición hacia una nueva generación, de hecho, la palabra Devarim, tiene como letra inicial , la letra hebrea “Dalet” ( ד), y su significado pictográfico precisamente está relacionado con una puerta, ventana.
En otras palabras, este sefer es una puerta hacia una nueva dimensión, la dimensión de conquista. Llama la atención, que el nombre del rey David lleva como letra inicial esta misma letra “Dalet”.

Nuestra porción de la semana lleva el nombre del libro, así que Parashat Devarim es la porción número 44; formando dos letras “Dalet”, haciendo alusión a Puertas. El valor numérico de la palabra “Dam” es 44, y Dam significa “Sangre” ( דם ); es decir, lo que estaba a punto de entrar por esa puerta, era una nueva sangre , una nueva generación para conquistar la tierra prometida.

Es por eso que Moshé le recuerda a toda esta nueva generación la importancia de no cometer los mismos errores que cometieron sus padres en el desierto. Recordemos que de los errores se aprende, precisamente a no volver a cometerlos, es por eso que todo aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla.

Moshé empieza a mencionar nueve lugares importantes, dicen los sabios que cada uno de estos sitios representan el error que se cometió en dicho lugar, por ejemplo “Di-zahab”, hace referencia a la Avodáh Zaráh (idolatría) del becerro de oro.

¡El número nueve es el número de la verdad!

la palabra “Verdad” en el hebreo es la palabra “Emet” ( אמת ), su valor numérico es 441; y su valor reducido es 9 (4+4+1); ahora bien, cuando hacemos múltiplos de 9 por cualquier cantidad que sea, siempre el resultado sumado será 9.
Ejemplos:
9×9=81 / 8+1=9
9×81=729 / 7+2+9= 18 / 8+1=9
9×5= 45 / 4+5= 9 etc., etc.

¿Qué nos quiere decir esto?

Que la Verdad es inmutable, nunca cambia, ni desmerece, porque es 100% pura.

“La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.” Salmos 119:160

Esto nos hace pensar que siempre los buenos consejos nos llevan a la verdad. Cuando uno hace caso omiso, siempre nos acarrearan duras consecuencias.

Precisamente, en esta porción, Moshé le recuerda a esta nueva generación, el mal reporte que trajeron los diez espías entre los doce que fueron a certificar la tierra prometida.
Estos diez se quejaron no sólo de la tierra, sino de la promesa que salió de la misma boca de Ha’Shem.

Fueron cuarenta días lo que se tardaron en recorrerla, el Eterno en castigo a esto, les añadió un año por cada día, es decir, los obligó a caminar cuarenta años por el desierto.
Y no entró a la tierra prometida ninguno de esa generación, excepto los que si trajeron buen reporte: Caleb y Yehoshua.

Lo más admirable, es que, cuando ellos volvieron con el mal reporte fue un 9 de Av. Y esto suceso quedó marcado en toda la historia de Israel. Muchos siglos después esta fecha trajo al pueblo judío lamentables acontecimientos:
Precisamente en “Tishá be’Av” (9 de Av) sucedió la destrucción del primer Templo, por manos del imperio Babilónico, dirigido por Nabucodonosor II y junto con esto el exilio de Yehudá, pero los más increíble es que el Segundo Templo también fue destruido (quemado) en un nueve de Av por manos de Tito, el emperador romano, y así el pueblo judío fue exiliado por dos mil años.

Es por eso que el 9 de Av es un ayuno judío nacional para recordar estos eventos. Dicen nuestros sabios que cuando llegue el Mashíaj, el 9 de Av se va a transformar en la celebración más grande del pueblo de Israel.
Tishá be’Av ( תשעה באב ) suele llamarse el día más triste de la historia judía.

Otros sucesos en Tishá Be’Av:
·La caída de la fortaleza de Betar (y, por consiguiente, el colapso
de la Rebelión de Bar Kojbá, seguido por la intensa persecución
conducida por Adriano)
·La expulsión de los judíos de Inglaterra por el Rey Eduardo.
·La expulsión de los judíos de Francia,
·Y el destierro de los judíos de España por el rey Fernando y la
reina Isabel en 1492.
·La Primera Guerra Mundial de 1914.

APLICACIÓN ESPIRITUAL

Nunca debemos pasar inadvertido los mandamientos de nuestro Padre celestial, mandamientos que en realidad son tan fáciles de cumplir, cuando estamos asociados con la divinidad.
Los mitzvot son los consejos sabios que todo hijo necesita escuchar de la boca de su Padre Celestial.
Lo que pasa es que no queremos salirnos de nuestro camino árido, queremos seguir transitando por el mismo desierto del error, sin aprender de ello.
Si algunos supieran que el fracaso se hizo para aprender a tener éxito, el fracaso muchas veces se vuelve la matriz que da a luz el éxito.
Mientras algunos se lamentan por que van de fracaso en fracaso en la vida, otros han aprendido a adquirir éxito a través de ello.
Es la experiencia del intento lo que te vuelve diestro para la conquista del éxito, el fracaso en realidad es el maestro que te enseña a sobrepasar los obstáculos de la vida.

¡Lo importante no es llegar, sino mantenerse en la cima!
No adelantes la derrota cuando aún no has peleado la batalla. Por favor, no tires la toalla, quizás vas mal en este round, pero aún faltan otros para poder emendar.
¡Levántate, eleva tu alama, tienes a tu mejor aliado: la fe!
Shaúl ha’Shalíaj lo expresa así:
“Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante , prosigo hacia la meta para obtener el premio del
supremo llamamiento de Elohim en el Mashíaj Y’shua.” Filipenses 3:13-14
“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he mantenido la fe.” 2ª. Timoteos 4:7

¿Estás dispuesto (a) a levantarte de la esquina?
¡Vamos, eleva tu alma! ¡Ha’Shem está contigo!

R. Oscar Jiménez Gless
Dir. Instituto Toráh®

5 comentarios en “Parashá 44 «Devarim» 2021 By: Instituto Toráh®”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat