PARASHÁ VAIERÁ 5782 WEB

Parashá #4 "Vaierá"

PARASHÁ #4 “Vaierá” 5782

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves)

Lectura: Bereshit 18:1 – 17:27

Haftará: 2 de Reyes 4 1-37

Es imposible dejar de hablar de los códigos escondidos en cada porción, en realidad en ellos se resguarda la luz primordial que nos transmiten vida. Y en esta parashá que nos ocupa no es la excepción.

Hoy hablaremos de la parashá número 4; anteriormente nos introducimos en el secreto del 3, y no es casualidad que cada porción tenga una numeración, estos contienen gran información codificada.

Pero antes de disfrutar nuestro platillo fuerte veamos como inicia nuestra parashá:

“Después se le apareció el Eterno en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra” (Bereshit 18:1-2

Ya desde el comienzo de este relato tenemos mucha información codificada, tanta que nos es imposible realizar el análisis de la parashá en su totalidad; así que sólo nos basaremos en estos dos versículos iniciales.

Solo para recordarles a todos nuestros estimados lectores que estas breves reflexiones están escritas para su análisis interpretativo dentro del nivel Sod; el nivel que alude a los más profundo del ser: el Alma.

El texto de la Toráh dice que el Eterno se le apareció a Avraham en Mamre, cuando él estaba sentado a la puerta de su tienda.

El 3 está presente aquí; recuerda el secreto del tres, el cual vimos en la Parashá Lej Lejá. El contexto de esta porción es que Avraham (según nos narra la tradición judía), tenía tres días de haberse realizado la circuncisión (Brit Milá); Además, el texto nos habla de tres varones; aquí ya se asoma un poderoso código.

Los días más dolorosos de todo circuncidado es el tercer día; así que Avraham estaba con mucho dolor, aunado a su avanzada edad; pero en realidad todo esto es una analogía hacia el Alma que enseguida analizaremos. Antes, el texto nos indica que Avraham estaba en un sitio llamado “Mamré”; y en ese lugar se le apareció el Eterno. Avraham estaba sentado a la puerta de su tienda; en el calor del día.

¿Qué significa esto?

Avraham estaba en un estado Nebiut; es decir dentro de una atmosfera profética; eso es lo que indica “en el calor del día”. Cabe resaltar que la obediencia de Avraham hacia el pacto de la Brit Milá es el resultado de esta poderosa elevación. En el capítulo 17 leemos que Ha’Shem se le manifiesta a Avraham como El Shaddai; dentro de contexto de la circuncisión, esto es muy importante analizarlo porque esta porción está ligada directamente con esto.

El hombre no circuncidado tiene una obstrucción en él, lo cual no le permite hacer un Yijud (unión) con Ha’Kadosh Baruj Hu (El Santo Bendito Sea); esta obstrucción es llamada la clipa (cascara) de la impureza de la serpiente (Najash). Esto fue adquirido desde que el Adam primordial desobedece y se encuentra en su estado caído; convirtiéndose en el “Adam ha’Rishón” (Adam físico).

La astucia del Serpiente contaminó-ensució la Santidad del ser humano. Curiosamente la cosmovisión del mundo podrá mirar la circuncisión como una mutilación del cuerpo del hombre, teniendo a este como alguien que está incompleto; pero mira cómo lo ve el Olam Boré (El Creador del Universo); el texto dice:

“Era Avram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Ha’Shem y le dijo: Yo soy el Di-os Todopoderoso (El Shaddai); anda delante de mí y sé perfecto. (Bereshit 17:1)

La palabra usada aquí como “Perfecto” se traduce de la palabra hebrea “Tamim” (תָּמִים); cuyo significado es íntegro; completo.

En otras palabras, Ha’Shem demandaba integridad a Avraham a través de la Brit Milá (Circuncisión). Quitar el prepucio desde la perspectiva cósmica es estar completo, no incompleto. Más que una postura religiosa, esto en realidad es un código; que no sólo abarca al hombre sino también a la mujer, como una entidad completa; es una alusión hacia el nivel del Alma.

Avraham representa al Alma, y Sarah al Cuerpo; lo explico. Antes del capítulo 17 de Bereshit; Avraham se llamaba simplemente Avram; y Sarah era llamada como Saraí; es el contexto de la Brit Milá que le son cambiados sus nombres; tanto a Avram como a Saraí les es aumentada una letra, la “Hei” (ה) cuyo valor es de 5; pero de donde viene el origen de anexarles esta letra. Como dije, Avraham y Sarah es una entidad completa que representa el ser humano; es decir Cuerpo y Alma.  En el cuerpo se quedó alojado la clipa del mal; conocido en este nivel como el “Yetzer Ha’Rá” (la inclinación al mal); o bien la carnalidad. Esto está alojado en el cuerpo físico; en este caso Sarah representa el cuerpo; su nombre era Saraí, que en hebreo se escribe así (sin el hebreo jamás podríamos comprender esta profundidad):

SARAÍ / שָׂרַי

la última letra de esta palabra es una Yud (י); y ella representa la Shekináh de Ha’Shem que está alejada del ser humano; es decir esta exiliada para el hombre, debido a la contaminación de un cuerpo que no está purificado; precisamente por la impureza de la serpiente desde el Gan Edén. Cuando ellos acceden a realizar el Pacto de la Brit Milá ellos reciben la letra “Hei” que significa “Revelación”; esta viene precisamente de la Yud; cuyo valor es diez. Es por ello que vemos que Avram y a Saraí se les anexo cinco y cinco del valor total del diez de la letra Yud.

AVRAHAM / אַבְרָהָם

SARAH / שרה

Ahora bien; cuando el ser humano es capaz de cortar esta clipa de en medio de él, entonces puede recibir los bienes que están preparados para él.   De hecho, la Brit Milá se traduce como el “Pacto del Corte”. Esta obstrucción que limita al hombre de la comunión directa con Ha’Shem se haya en el Prepucio; “Prepucio” en hebreo es el término Orlá (עָרלָה), el cual se puede traducir como “obstrucción”; “límite”. Cuando el hombre es capaz de cortar este límite, entonces es capaz de unificar los cielos con la tierra; traer la Corona divina a esta manifestación terrestre.

El Cuerpo (Sarah) se unifica al Alma (Avraham) en perfecta armonía; porque se le es regresado el beneficio del Adam Kadmon; la atmosfera perfecta del Gan Edén; a través del beneficio de la circuncisión. Mientras exista el prepucio el hombre está incompleto.

¿Por qué? Esto lo podemos comprender a través de otro código oculto dentro del mismo relato de Bereshit, capítulo 17. Cuando el Eterno se presenta a Avraham como “Shaddai” (שדי); este nombre está formado por ShinDaletYud; y se puede traducir como “El Poderoso”; cuando a Shaddai se le quita la última letra (Yud) nos queda la palabra “Shad” que significa “demonio”; es decir cuando el cuerpo tiene esta clipa, lo obstruye de tener una perfecta relación celestial. Cuando esta clipa es quitada del cuerpo, se está anulando el límite; la impureza del mal. La materia solo representa el 10 % de una totalidad; el 90% restante se nos es limitado a causa de esta clipa. Cuando se realiza la Circuncisión se nos regresa el CódigoShaddai”. Nos volvemos “Tamim” delante de Ha’Shem.

Volvamos al relato; Avraham ya purificado (circuncidado) tiene este encuentro con el propio Eterno. Avraham estaba sentado en la puerta de su tienda: Tienda representa lo físico, el cuerpo, el Mishkan del Alma (Avraham); que una vez que este ha sido purificado queda abierto a los mundos superiores; estos representados por estos tres misteriosos mensajeros; estos manifiestan las tres columnas o pilares de Ha’Shem:

Pilar derecho representado por la Bondad (Jesed); Pilar izquierdo representado por el Juicio-Rigor (Guevurá) y la columna de en medio que las regula a través de la Misericordia (Tiféret).

Cada uno de estos Malajim (mensajeros) también están representados aquí: Miguel (Mikha’el) representa el Jesed (anunció a Avraham la promesa de Yitzjak); Gabriel (Gavri’el) representa la Guevurá (Destrucción de Sedom y Amorá) y la columna central representada por Rafael (Rĕphā’ēl) él trajo sanidad a Avraham.

Mamré se traduce como Firmeza; Fuerza; Vigor; y su valor en guematría es de 281.

Increíblemente la palabra Médico (Rafá) tiene el mismo valor: 281; si transmutamos esta cantidad nos da el resultado de 182; el valor para Ya’akov. Este último representa la Transición, la Puerta para alcanzar la promesa de Ha’Shem. A Ya’akov se le cambia el nombre por Israel; Israel representa la elevación del Alma llamada el Estado de Conciencia Superior.

¡Shabbat Shalom!

 (Nos vemos más tarde en vivo)

Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

 

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2 comentarios en “Parashá Semanaria/ Vaierá (se le apareció)”

  1. todas las enseñansas sonde mucha ayuda ,estoy muy agradecido con hashem por darle a nuestro hermano oscar jimenz por tan grande ayuda bendiciones a todos los que estan en este proyecto ala familia jimenez gless

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