PARASHÁ 18 “Mishpatim” 5782

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)

Lectura: Shemot (Ex.) 21:1 – 24:18

“Sal de tu jaula de oro”

Esta parashá trata de las leyes o los juicios sociales, llamados “Mishpatim”; estos son los preceptos de comprensión lógica; que en estudios pasados ya los hemos abarcado.

Lo que llama la atención de esta porción es su inicio; ya que comienza enunciando las leyes sobre los esclavos; pero esto pudiera sonar como una paradoja, puesto que en las dos porciones anteriores nos narra la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud egipcia. Y después de esta liberación nos topamos con la ley del “Esclavo Hebreo”, ¿Qué significa esto?

En los primeros seis versículos (en el hebreo original) que dan inicio a esta parashá; hay un total de 76 palabras; y 282 letras.

 “Y estas son las leyes judiciales que establecerás delante de ellos [los israelitas]. Si comprares un esclavo hebreo… [y si no se quiere ir] será tu esclavo para siempre” (Shemot 21:1-6)   

Esto es impresionante porque la palabra “Esclavo” en hebreo es “Eved” (עבד) cuya guematría es de 76; y la palabra original para “hebreo” es “Ivrí” (עברי) y su valor es de 282; de igual manera que las 76 palabras y sus 282 letras que contienen dichos versículos. El valor 6 es representativo de la letra “Vav” y ella alude al hombre. Ahora bien, el hombre que fue liberado de su Egipto y que no sabe qué hacer con la libertad, entonces él podría quedar esclavizado de sí mismo.

Analicemos el Sod de esta poderosa enseñanza:

El Alma una vez que se sale de su exilio; y que cruza de su esclavitud hacia su libertad, tiene que saber gobernar su Cuerpo. El Cuerpo aún está vigente, porque es inherente al Alma, al menos en esta manifestación llamada materia, y él (cuerpo) aún tiene voz, tiene necesidades; es decir Faraón aún ha dejado raíces en diferentes áreas de nuestra vida.

En otras palabras, seguimos influenciados por el lado oscuro (Sitrá Ajrá); todavía estamos impregnados de tumá (impureza) espiritual. ¿Cómo cortar las raíces faraónicas? Despertando la Consciencia. Saber que el Alma está esclavizada dentro su propio Cuerpo; es despertar del letargo espiritual. ¡Sólo así podemos anular el ego!

Si nosotros no sabemos encontrar el perfecto equilibrio entre el Cuerpo y el Alma, nos podemos convertir en un “Eved Ivrí” (Esclavo hebreo); o, en otras palabras, uno que cruzó solamente para volverse siervo de sí mismo.

Recordemos que el término “Ivrí” también se puede traducir como “el que cruza”; así que, debemos cruzar del lado de la impureza hasta llegar al estado de “Tahará” (pureza); sin tratar de traer ningún idolillo faraónico (pensamiento negativo); sólo así se podrá gozar de una verdadera libertad, pero, como lo dije anteriormente, sin una conciencia plena uno puede volverse a esclavizar.

Si sumamos la guematría de “Esclavo Hebreo” (עבד עברי) nos da un total de 358; el mismo valor para la palabra “Mashíaj”, pero, además, la palabra “Najash”  (Serpiente: aludiendo al Satán) tiene exactamente el mismo valor en gematría: 358.

«Mashíaj« representa en el Alma la parte elevada de la conciencia llamada Neshamá; dicho nivel es el inter-conector que nos lleva hasta el Kéter (Corona).

Este nivel de conciencia constantemente está tratando de extraer, de salvar al estado Nefesh de su exilio. Cuando el ser no acepta ayuda, él no puede salir del estado de esclavitud. Muchas veces la verdadera libertad se llega a confundir con emoción; así que la persona busca otra “jaula” diferente a la que salió, para volver a sentirse en familiaridad con su anterior estado, sin que la persona lo sepa.

Así logra integrarse a esta “jaula de oro” llamada “religión”. La atmosfera religiosa simplemente nos hace mirar desde otra perspectiva la esclavitud; pero sigue siendo solo eso. Cuando esto sucede, la persona se ha inclinado hacia la columna izquierda, el rigor; el Satán; porque ella misma en lugar de manifestar su «Mashíaj interno«, la persona ha tomado la decisión de ser su propio obstáculo, su propio Satán.

¡Mashíaj debería de ser el amo del Satán!

Casi al final de esta parashá, el pueblo de Israel proclama un código muy poderoso a una sola voz: “Haremos y Escucharemos”.

“Y Moshé vino y contó al pueblo todas las palabras de Adonai, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: “Haremos y escucharemos” todas las palabras que Adonai ha dicho”. (Shemot 24:3)

La frase “Naasé Venishmá” (נעשה ונשמע) que significa: “Haremos y escucharemos”; tiene un valor en gematría de 891; de la misma forma la expresión “Ietziat Mitzraim” (יציאת מצרים); que significa: “Salida de Egipto”, comparte el mismo valor: 891, y la gematría katán de 891 es 18; el número que lleva esta porción.

Entonces, la salida del Alma de su esclavitud está íntimamente ligada a los preceptos de la Toráh. Dichos preceptos que se han mal interpretado como “mandamientos”; en realidad son mucho más que eso. 

Ha’Shem dispuso en nosotros el “Tzelem Elohim” (Libre Albedrio); ¿Por qué querría imponernos mandamientos?

Los mandamientos en realidad son leyes llenas de energía cósmica, que sólo son irradiadas hacia nosotros a través de la ejecución de estas buenas acciones, llamados “preceptos”.

Yo los a los “mandamientos” los llamo “Códigos de Luz” que anhelan intensamente iluminar todas nuestras áreas oscuras, y llenarnos de vida y bendición; ¡sólo si así lo queremos!

Ellos están en “stand by”, en espera de ser activados. La bendición y la vida; la salud; la sanidad; la prosperidad; y toda la bondad están ya dispuestos de manera automática; no que vayan a ser; sino que ya son, ¡Los activamos cuando decidimos abrir esos códigos!

La “Salida de Egipto” estará garantizada sólo cuando conscientemente accionamos el “Haremos y Escucharemos” en lo revelado en la Toráh.

¡Shabbat Shalom Umevoraj!

Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

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