PARASHÁ 20 “Tetzavé” 5782

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)

Lectura: Shemot (Éxodo) 27:20 – 30:10  

¡EL SECRETO DE HAVAYA!

Hoy estudiamos la porción número 20, llamada “Tetzavé” que se puede traducir como “ordenarás”; así que la energía de esta semana es la de “ordenar”; o “poner orden”. Pero, ¿Qué es lo que tenemos que ordenar?

Meditaremos en el tema; pero antes de empezar a abrir los demás códigos correspondientes, miremos el número ordinal de esta parashá; el número 20 es en alusión al valor de la undécima letra hebrea llamada “Caf” (כ); esta letra está representada en su pictografía por una “Mano Abierta”; cuyo significado se puede interpretar como “Bendición”; o “Postrarse ante esa mano”; o haz un “Alto”. Pero, además, “Caf” es la letra inicial de la palabra hebrea “Kóaj” (כּויחַ) cuyo significado es “Potencial”. Así que ya de entrada; está porción nos enseña que hagamos un alto total; para trabajar en el aspecto del ego; para ser humildes ante la Bendición que viene de nuestro Creador; y que, en dicha acción, esencialmente se hallará nuestro verdadero Potencial.

“Tetzavé” viene de su raíz “Tzav” (צַ֤ו) que significa “Orden”; el valor de la palabra hebrea Tzav es igual a 96. Ahora miremos como se asocia este valor con la esencia de esta parashá.

Esta porción da inicio con esta expresión:

“Y tú ordenarás a los hijos de Israel (“Ve’atah tetsavé et-beney Israel”) que te traigan aceite de olivas puro, machacado, para la iluminación, para encender las lámparas permanentes”. (Shemot 27:20)

En el Sod del Alma se cree que cuando se implementa el “Tzav” (Orden) a nuestra vida, es cuando se unifica el Cerebro y el Corazón. En otras palabras, sólo el Ser Humano está completo cuando se da esta unificación.

La expresión hebrea “HaMoaj VehaLev” (המח והלב) que significa “El cerebro y el corazón” tiene un valor total en guematría de 96. Así que se podría decir que en esta unidad se encuentra nuestra plenitud.

Pero ¿Por qué hay plenitud en esto? El nivel del Remez nos sigue enseñando aún más; cuando se hacen cálculos del valor de la palabra «Secreto«; que en hebreo es “Sod” (סוֹד); cuyo valor es de 70; más el valor del “Shem Ha’Meforash” (יהוה) que es igual a 26; encontramos la suma total de 96.

Así que; al ordenarnos (tzav) uniendo el Cerebro y el Corazón, encontramos nuestra plenitud, porque entramos en el “Secreto de Havaya» (Yud-Hei-Vav-Hei).

En forma práctica podríamos decir, que la energía de esta porción es enseñarnos a poner en orden el intelecto y nuestras emociones.

Recuerden que nosotros somos el Mishkan (מִשְׁכָּן) móvil; como lo vimos en la porción pasada (Parashá Terumá); ahora necesitamos ser un verdadero Cohen que ministrará este tabernáculo interno.

El templo es un código muy poderoso del interior de nuestra Alma, el culto sagrado del Templo estaba suministrado por el servicio del “Cohen” (כּוֹהֵן); el “Levi” (לוי) e “Israel” (ישׂראל). Cuando unimos las iniciales de estas tres palabras se forma la frase “Cli” (כלי), el cual significa “Vasija”. Esta vasija (el Yo interno) tiene que estar enteramente perfecta para poder recibir toda la luz que desciende de los mundos superiores.

Cuando nosotros estamos dispuestos a unificar el cerebro con el corazón, después de haber descontaminado nuestro hígado; entonces somos «Cli« ( Cohen; Leví e Israel). De esa manera santificamos nuestra vasija para recibir toda la bondad que viene de nuestro Creador.

Pero te preguntarás; ¿Cómo desintoxico mi hígado en el nivel de Alma? El Hígado recibe todo le ira; corajes e insultos, allí se crea lo que se conoce como la raíz de amargura; como es la falta de perdón; el rechazo; etc. Es decir, toda la fuerza oscura de lo negativo. Esta “bilis” sube por el torrente sanguíneo a las cámaras de nuestro Corazón; allí queda contaminada nuestras Emociones. Una vez que el Corazón ha quedado expuesto y contaminado; el siguiente paso es canalizar toda esta negatividad al Cerebro. Nuestra Mente queda impregnada de toda esta impureza; y ahora todo el cuerpo colapsa a través de una enfermedad, o en los peores de los casos un terrible cáncer.

Este proceso es el reflejo de lo sucedido en el “Gan Edén”; “Najash” (serpiente) es una alusión al “Hígado”; esté engañó a “Hava” (Eva) y convenció para que comiera del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; “Hava” es una alusión al Corazón; y ella termino por inducir en la misma acción a “Adam”; Él accedió y todo colapsó.  Adam, que en nosotros representa la Mente queda engañada por la Sitrá Ajrá (lado oscuro). Así que el proceso del tikún comienza en orden inversa. Tenemos que sanar nuestra Mente; y eso se logra cuando el Alma regresa a su estado esencial conocido como la Neshamá; es decir cuando la conciencia ha despertado de su letargo espiritual. Ella gobierna ahora sobre el cuerpo; el cuerpo es el siervo y el Alma ahora es la ama de la casa. En este nivel elevado, los insultos, los rechazos no nos pueden hacer más daño; el Najash ha sido pisoteado en la cabeza. A esto se le podría llamar también como madurez espiritual ¡Hemos quedado libres de la impureza del serpiente!

Cuando esto sucede, entonces se puede decir que estamos uniendo el Cerebro con el Corazón. Ahora podemos entrar en el “Secreto de Havaya”. 

Para abundar un poco más sobre el tema; las palabras de inicio de cada porción son puntos clave para poder entender la esencia de cada parashá. Como vimos anteriormente, esta parashá comienza con las palabras: 

“Ve’atah tetsavé et-beney Iisra’el… (Y tú ordenarás a los hijos de Israel)” 

Aquí hay un poderoso código, la “Vav” de la frase “Y tú” (ואתה) es una de las letras del Nombre Inefable; que en el árbol de la vida representa las emanaciones emocionales llamadas “Zeir Anpin”; además; la “Vav” con lleva la acción de unificar; y en este caso, lo que va a unir es transcendental; la palabra “Ata” (sin la “Hei” al final) hace alusión a la totalidad de todo lo creado; y se escribe con Alef y Tav (את); en alusión a las 22 letras de todo el alefato hebreo. 

Ahora bien, “Atah” (אתה) de la frase en cuestión, contiene la letra “Hei” (ה), esto en referencia a la unificación con Maljut (el mundo físico). En palabras simples, “Ve’atah” (ואתה) significa que toda la Bondad contenida del Bendito Sea, irradia a través del canal de la letra “Vav”, y que sirve como canal para nutrir sustancialmente del “Alef-Tav” (el poder del Macrocosmos) a todo nuestro mundo llamado materia.  

ו (el canal)

את (Alef-Tav / toda la bondad creadora)

 ה (Maljut / Mundo Físico)

¡Que seas el Cohen deseado de tu propio Mishkan!

¡Shabbat Shalom Umevoraj!

Por: Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

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