Parashá 17 "Ytró" (El Secreto del Subconsciente)

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)

Lectura: Shemot (Ex.) 18:1 – 20:26

El Subconsciente

Nos preguntamos: ¿Por qué esta parashá lleva el nombre de Ytró? cuando el suceso más importante que nos habla esta porción es la entrega de las “Aseret Ha’Dibrot” (mal llamado lo “Diez “Mandamientos”) al pueblo de Israel en la Montaña del Sinaí.

¿Qué misterio se esconde detrás de Ytró?

Para empezar, revelemos quién era este personaje. Yitró era el suegro de Moshé; él, según los diferentes midrashim era uno de los consejeros y brujos de Faraón; pero la gran virtud que tuvo Yitró fue haberse convertido al Di-os de Israel; dice el texto que Cuando Ytróse enteró, entonces se quebrantó e hizo teshuvá.

“Oyó Yitró sacerdote de Midyan, suegro de Moshé, todas las cosas que Elohim había hecho con Moshé, y con Israel su pueblo, y cómo Adonay había sacado a Israel de Egipto” (Shemot 18:1)

Dicen los sabios que Ytró en realidad se llamaba “Yéter” (יתר) pero se le agregó una letra Vav por qué se convirtió al Eterno: “Ytró” (יתרו).

Y que después de ir a ver a Moshé, se fue a esparcir el mensaje de la Toráh.

“Ahora conozco que el Eterno, es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos” (Shemot 18:11)

Al intercambiar las letras de su nombre (יתרו) nos da la palabra Viter (ויתר) que significa: Renunció, porque él renunció a toda su idolatría para unirse al Boré Olam (Creador del Universo).

Además, la guematría de Yitró es igual 616; y aquí es donde empezaremos analizando el Sod de esta increíble porción.

Miremos, la expresión en hebreo Ha’Toráh que se traduce como La Toráh tiene el mismo valor que Yitró: 616.

Así que en Yitró existe un código muy profundo; este misterio que nos conecta con la elevación espiritual: la “Montaña de Sinaí”.

Este código es una conexión divina, es el puente conecta al Alma con la santidad.

La inicial del nombre Ytró es la letra Yud (י) cuyo valor es 10. Ahora bien, para integrar esta idea es necesario la comprensión de la porción anterior: “Parashá 16 Beshalaj / Resetea tu mente”; dónde hablamos del poder de la mente.

Recordemos: el pueblo de Israel, antes de salir de su exilio, Faraón tuvo que recibir el rigor de las 10 plagas; pero ahora es curioso que este relato nos hablará de los 10 “mandamientos” recibidos en la Montaña de Sinaí. Nuevamente se repite el suceso diez; pero no es coincidencia que la letra inicial de Yitró sea el 10.

Pero antes de meternos en profundidad, tenemos que entender que, en todos los relatos de la Toráh, sus personajes son en realidad una alusión al Cuerpo y el Alma. En este caso, Faraón, es una clave para entender la parte más elevada de la negatividad.

Cuando hablamos del 10, nos estamos refiriendo al “Árbol de la Vida”; porque en él hay diez emanaciones o sefirot; de la misma manera, existe un “Árbol de la Muerte”; y en ella se halla también diez emanaciones; es como ver un paisaje dónde el árbol se refleja en el agua del lago.

En otras palabras, las diez plagas representan a las diez emanaciones del lado oscuro; de la negatividad; de la impureza.

La emanación más alta del “Árbol de la Vida”, es la sefirá de Kéter y de allí se canaliza en la parte más baja: Maljut; aquí es donde se manifiesta el mundo visible, el mundo material cuya percepción es del 1%.

En el sentido inverso de las sefirot del “Árbol de la Vida” sería las sefirot de la impureza. Así que “Faraón” es la parte más elevada de la impureza.

Cuando el Alma se haya en el exilio de Egipto, ella está controlada por el cuerpo, los sentidos y sus instintos. En otras palabras, está envuelta en las sefirot de la negatividad o impureza, y ellas nos controlan.

Así que el trabajo del alma consiste en liberarse de estas sefirot de impureza (las plagas) y elevarse a las diez emanaciones de la Luz; la “Montaña de Sinaí”.

Cada vez, que existe un desequilibrio se desarrolla una klipá (cascarón); que manifestará un satán. El desequilibrio que sucede en nuestro Kéter, manifestará a un Faraón. El propósito es quebrantarlo para que nos llegue la luz y anule toda impureza.

Como había explicado anteriormente en otros estudios, cada vez que exista un bloqueo en nuestra corona, dónde se halla la Yud, siempre será un impedimento para que la luz no nos llegue, sin esa luz no podremos tener libertad de nuestro caos.

Ytró, quien era consejero de Faraón; ahora es revertido para ser consejero del Alma. Esto lo podemos llamar como el subconsciente, o inconsciente. El cual era como el receptor que hacía rebotar la frecuencia que le llegaba del consiente y que le luego la informaba al cuerpo. Esta información estaba dañada porque estaba gobernada por la impureza; al romperse la klipá, entró toda la luz necesaria que anuló la impureza. Yitró, se podría decir que ahora se convierte en la conexión que estaba bloqueada entre la conciencia y la supra conciencia.

Así que, cuando estamos en la condición de “esclavo” nuestro subconsciente se encuentra gobernados por la klipot faraónicas.

¿Qué el Subconsciente?

En sentido general, es lo que se halla por debajo del umbral de la conciencia.

Metafóricamente es como el iceberg; la punta es la Consciencia; lo que se puede ver; y lo oculto, lo que está debajo del agua es el Subconsciente.

¿Qué tipo de información guardamos en el subconsciente?

Se puede decir, de forma comprensible que en el Subconsciente almacenamos toda la información que está debajo de la Consciencia.

Es decir, todos los sucesos de nuestra vida. Sería como el disco duro de una computadora; allí guardamos ideologías, pensamientos, etc., Toda esta información influirá en nuestra toma de decisiones; afectando para bien o paras mal el desarrollo de nuestra vida.

También, podríamos definir que venimos configurados desde generaciones pasadas, el ADN contiene datos informativos; así como cualquier semilla que le dice al árbol que fruto dará, cuál será su estructura; su naturaleza; etc.

¿Cómo funciona el subconsciente?

Diversos investigadores han determinado que nuestro Subconsciente es una fuente inagotable de creatividad y que nos ayuda a resolver problemas, incluso aquellos que pareciera que no tuvieran solución.

Él es un emisor de mensajes y estímulos que procesa el consciente; y estos activan de alguna manera nuestro comportamiento; sin ser necesariamente conscientes de ello.

Existen momentos que nuestro inconsciente está de acuerdo con nuestros anhelos; es así que tomamos decisiones que verdaderamente deseamos. Pero en otras ocasiones nos funciona así.

El Subconsciente que ha estado cautivo a toda la información negativa, acumulada durante muchos años, llegará el momento de llevarnos al caos.

Muchas veces, el “Subconsciente está consciente de la inconsciencia de la Consciencia

Esto es un grito desesperado desde la profundidad de nuestra Alma, para hacernos despertar de nuestro letargo espiritual.

Sin embargo; si el consciente sigue atado al ego; simplemente bloqueará la luz que quiere irradiar desde el Subconsciente.

Así que el trabajo de la Consciencia es tomar conocimiento de que está en esclavitud. Ella tiene que ir hasta la Subconsciencia y desbloquear los obstáculos. En otras palabras; es ordenar toda la información que tenemos en el disco duro de nuestra computadora (mente); organizando todo por carpetas y eliminando todo lo que no nos sirve.

Liberar espacio en nuestra mente nos hace más fácil el trabajo espiritual.

¡En este estudio comprenderás más sobre el secreto del Subconsciente!

¡Shalom Umevoraj!

Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

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