PARASHÁ 10 MIKETZ 5782 - WEB

Parashá "Miketz" ( El despertar del Alma)

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)

Lectura: Bereshit (Gen.) 41:1 – 44:17

“EL DESPERTAR DEL ALMA”

La porción que hoy nos ocupa inicia con la expresión “Al final”; haciendo alusión que algo iba a terminar a partir de la interpretación de Yosef sobre los sueños de Faraón.

El lado de lo negativo iba a terminar para Yosef; ya que su buena acción sobre las circunstancias que él tendría, daría como resultado la “Parnasa Tova” (Buen Sustento).

Ciertos sueños nos revelarán la luz necesaria para darle fin al lado negativo; esa proyección de luz hará que se disipen las tinieblas. En otras palabras, la luz revela lo que está oculto, lo que está en secreto. La luz no pelea contra las tinieblas, simplemente las tinieblas terminan su labor cuando se proyecta la luz. En el cuarto oscuro es el proceso de lo que la luz revelará.

La palabra “Luz” en hebreo es “Or” (אור), cuyo valor numérico es de 207; de igual manera, la palabra para “Secreto” que en hebreo es “Raz” (רז); tiene exactamente el mismo valor: 207.

Además de esto; la parashá que estamos tratando contiene 146 versos. Por su parte la palabra “Alum” (עָלוּם) que significa “Oculto” tiene un valor en guematría de 146.

¡Así que lo que está oculto se revelará sólo a través de la luz!

Yosef estaba dentro del proceso; ¡Piensa en ello! Pozo, Calabozo igual a oscuridad. Los sueños que tuvo Yosef sobre el gran propósito para su vida, pareciera que estaban a punto de colapsar. Sin embargo, alguien más estaba por soñar otros sueños importantes, sueños que se relacionarían con la persona de Yosef.

Recuerden que en el nivel sod, Yosef representa la emanación de Yesod (fundamento), en ella radica las bendiciones que llegan hasta la tierra. Yosef es el Alma exiliada que baja a Egipto; es decir al mundo físico a realizar un trabajo; ¿Cuál es su misión? Otorgar la buena provisión de los mundos superiores.

La hambruna y sequía estaba por azotar la tierra; pero la interpretación de Yosef sobre los sueños de Faraón traería todo lo necesario para el resguardo, no solo para Egipto, sino también para la familia de Yosef (Israel). Aquí podemos encontrar una alusión del equilibrio perfecto que debe de existir entre nuestro cuerpo y nuestra alma.

El trabajo del Alma es entender su potencial de acuerdo a la herramienta que se le ha otorgado: su cuerpo. A veces el Alma que se encuentra en el estado Nefesh pierde su enfoque, debido a los procesos que tiene que pasar en esta dimensión; pero estos procesos precisamente son para despertar la conciencia que estaba dormida.

UN COPERO Y UN PANADERO

El “Pan” representa la interpretación literal de la Toráh; pero el “Vino” representa la revelación que está oculta, en lo secreto; es decir en el nivel Sod.

Vino en hebreo es “Yáyin” (יַיִן) cuyo valor es de 70; de igual manera la palabra “Sod” tiene el mismo valor: 70.

En la tradición hebrea se conoce que ciertos elementos hacen alusión a la interpretación de la Toráh conocido como el sistema PaRDéS; por ejemplo:

Pan (Peshat); Leche (Remez); Miel (D’rash) y Vino (Sod).

Es por eso que la interpretación literal (Peshat) de la Toráh sin el nivel Sod queda muerta y sin frutos. El sistema interpretativo de la Toráh llamado PaRDéS / פרדס (Jardín/Huerto); por su acrónimo para las iniciales de las palabras: Peshat (literal); Remez (Alusión); D’rash (Parábola) y Sod (Secreto); es la regla básica para conocer el significado profundo de la Toráh. Cuando a la interpretación le anulamos el nivel Sod, es decir a “PaRDéS” (פרדס) le quitamos la última inicial, la letra “Samej” nos queda la palabra “Pered” (פרד) que significa “Mula”. Sin el nivel más profundo (Sod) nos quedamos como la mula que por naturaleza es estéril; es decir sin dar frutos.

Es por eso, que los sueños del copero y el panadero, es una alusión para revelar el sentido más profundo de la Toráh; y esto anunciaba que Yosef por inspiración divina iba a traer la perfecta revelación de los sueños que el Faraón iba a tener más tarde.

Los sueños de Faraón en realidad son una metáfora, donde Ha’Shem permanece oculto dentro del propósito de ese sueño.

En otras palabras, la interpretación de Yosef representa el potencial de encontrar la Presencia Divina dentro del estado más profundo del exilio.

Por ejemplo, la expresión Y el Faraón soñaba (ופרעה חלם) Ve ‘Paró jalamtiene el valor en guematría de 439; de la misma forma, la palabra Galut (גלות) que significa Exilio vale exactamente lo mismo: 439.

Así que el “exilio” está conectado intrínsecamente con este sueño; ya que el exilio es descrito como la acción del “dormir”, David menciona esto: “Cuando haga retornar el Eterno a los cautivos de Tzión, estaremos como si hubiéramos soñado” (Sal. 26:1)

Exilio es dormir; y despertar es redención. El Alma que está atrapada en la klipá del Sitrá Ajrá no sabe que duerme; la ha aletargado el lado oscuro de lo físico; ella necesita despertar de ese exilio, para que tome conciencia y salga de su cautiverio. En otras palabras, es cuando el jinete ha tomado las riendas de su caballo, ahora él lleva la dirección, lo contrario es vivir en el exilio.

La interpretación que Yosef dio sobre los sueños de Faraón, fue tan impactante para el propio Faraón; que impresionado exclamó, preguntándoles a sus sirvientes:

“¿Se puede encontrar un hombre como este en quien mora el espíritu de Ha’Shem?” (Gen. 41:38)

El Faraón percibió que Yosef estaba lleno del Espíritu de Santidad. La frase en el texto original es “¿hanimtzah cazeh ish asher Ruaj Elohim bo?”

La suma de los valores numéricos de las iniciales de esta frase:

(ה)Hei-5 / (כ)Caf-20 / (א)Alef-1 / (א)Alef-1 / (ר) Reish-200 / (א)Alef-1 / (ב)Bet-2, es igual a 230.

El nombre que lleva nuestra parashá de hoy “Miketz” (מקץ) tiene exactamente el mismo valor numérico: 230.

Así que esta porción nos demuestra intrínsecamente que Ha’Shem mismo se va a manifestar en el significado de estos sueños; dándole a Yosef el poder de la revelación.

Muchos de nosotros tenemos la solución de nuestros procesos; en nuestros mismos sueños, y dicha solución está en la interpretación del sueño; allí Ha’Shem se estará manifestando a nuestra Alma. Es necesario alentar al Yosef que todos llevamos por dentro. La dureza de nuestro corazón (que representa a Faraón), se convertirá en carne; luego que Ha’Shem lo inquiete a través de sueños; así el corazón quedará impactado de la Presencia Divina que hay en nosotros.

El corazón se quebrantará y hará teshuvá. La emoción ya no trabajará más a favor del yetzer hará, sino ahora estará dispuesta a unirse en favor de la neshamá, el alma elevada; y así unidas traerán de regreso al hijo prodigo que se perdió y malgastó su herencia: el Alma (Israel) que está exiliada en su físico (Egipto).

P.D. ¡Es hora de despertar!

¡Shalom umevoraj!


Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

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4 comentarios en “Meditando Nuestra Parashá Semanaria / «Miketz»”

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