Parashá 22 "Vayakhel" (Los paralelos divinos)
PARASHÁ 22 “Vayakhel” 5782
“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®
(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)
Lectura: Shemot (Ex.) 35:1 – 38:20
“Los paralelos divinos”
Esta semana meditamos la porción llamada “Vayakhel”; que significa “congregar” o “reunir”. Lo Interesante es que esta parashá es una calca de la parashá pasada llamada: “Terumá”; la cual nos habla de la construcción del Mishkan, conocido también como el Ohel Moed; es decir el Santuario o la Tienda de Reunión.
Así que veremos cosas importantes. La palabra “Mishkan” (משכן) tiene un valor en guematría de 410; por su parte la expresión “Shemá” (שמע) tiene exactamente el mismo valor: 410; el “Shemá” es la oración que todo Benei Israel recita, cuyo propósito es realizar el Yijud; es decir, hacer el Ejad (Unidad) correspondiente con Ha’Shem. Esto nos enseña que la Unidad del Ser con Su Creador se haya implícitamente en la construcción del Mishkan.
Pero veamos como el Mishkan también es un paralelo a la creación del universo (Cosmos), como también es una alusión directa al Microcosmos interno del Ser Humano.
SIMILITUD CON LA CREACIÓN DEL UNIVERSO:
En el Midrash Tadshé 2, dice: «El Mishkán fue construido de modo paralelo a la obra de creación» (en Bereshit Rabbá 3:12 dice algo similar).
Cuando leemos los textos originales de la Toráh; en Bereshit (Génesis) y Shemot (Éxodo), encontramos interesantes paralelos:
En Bereshit 2:2 dice:
«Así fueron terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes. El séptimo día Elohim había terminado la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de toda la obra que había hecho.»
Y en Shemot 39:32, cita así:
«Así fue acabada toda la obra de la morada, el tabernáculo de reunión. Los Hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que el Eterno había mandado a Moshé; así lo hicieron.»
LOS ANTIGUOS SABIOS TAMBIÉN AFIRMAN ESTA IDEA:
«Rabbí Nejemiá dijo: “El tabernáculo de reunión que Moshé construyó en el desierto es paralelo a la obra de la creación. Sus columnas son paralelas a los cielos y la tierra. Su pileta refleja los océanos. El altar es reflejo de la vida animal. Su altar de incienso es paralelo a las hierbas fragantes. Su Menorá es paralela al sol y la luna…» (Ialkut Shimoní 419).
Interesante, ¿Verdad?
Ahora miremos como el Mishkan también es un paralelo con el Cuerpo Humano y su Alma.
El Mishkan o el Ohel Moed se estableció en tres secciones:
- EL LUGAR “KADOSH KADOSHIM”
A). Aron ha Edut (Arca del Testimonio)
B). Kaporét (Propiciatorio)
- EL SALÓN (La parte Intermedia)
A). Menorá (Lámpara)
B). Shuljan (Mesa con los panes de proposición)
C). Mizbeaj Ha’Ketoret (Altar del incienso)
- EL PATIO
A). Kior (Pileta)
B). Olá (Altar de los holocaustos)
El lugar “Santo de los Santos” (Kadosh Kadoshim) es la parte más elevada del Santuario; esto hace referencia a la cabeza del hombre; allí se encuentran las principales funciones sensoriales e intelectuales del ser humano. En esta sección del Mishkan hay dos partes importantes: El Aron ha Edut (Arca del Testimonio) y el Kaporét (Propiciatorio) con sus dos Querubines de oro puro.
El Aron era una caja construida de tres capas (oro puro / madera / oro puro) y ella contenía las dos tablas de la Toráh; así mismo el cerebro humano lo resguardan tres capas: el cráneo y dos membranas, y a su vez, el cerebro está dividido en dos hemisferios (derecho e izquierdo); haciendo alusión a las dos tablas de la Toráh.
Además, el “Santo de los Santos” es equivalente al tercer nivel del Alma: la Neshamá; aquí se encuentra la parte espiritual más elevada en el hombre; este nivel es el puente que nos conecta hacia lo transcendente.
La siguiente división:
El lugar Santo (La Parte Intermedia) corresponde al Corazón; donde se manifiesta el nivel del Ruaj. Allí se halla las emociones de la persona; donde comunica sus expresiones; donde está la capacidad de percepción. Este es el preámbulo a la parte más interna y elevada de nuestro servicio espiritual. En esta dimensión, el mundo de Tiferet interactúa como una especie de Ministro (Cohen) para poder entrar delante de la presencia divina. Aquí se hallan los 24 ancianos que arrojan sus coronas delante de la Presencia Divina; el Templo puede también representar a nuestro Corazón, que está resguardado en la caja torácica; la cual está formada, naturalmente por *24 costillas.
* {La mayoría de la gente tiene 12 pares de costillas, pero algunas personas nacen con una o varias costillas de más y otras con un par menos. Los 12 pares de costillas se unen en la parte posterior de la columna, donde las vértebras torácicas las sujetan en su sitio.}
La parte externa:
“El Atrio” es equivalente al nivel Nefesh; donde radica el hálito de vida; la parte instintiva; donde tenemos contacto con el mundo externo a través de nuestros cinco sentidos.
El diseño del Mishkan también está reflejado con las sefirot del Árbol de la Vida:
Kéter: Refleja la “Shekináh” (Presencia divina) que estaba sobre el «Aron» (Arca). Aquí se localiza la Bondad al estado puro; este bien absoluto que sólo quiere irradiarse hacia los demás niveles inferiores. En esta dimensión se alberga toda la Luz absoluta.
Jojmá: Manifiesta el “Kaporét” (propiciatorio) que cubría el Arca. Aquí ha permeado la luz infinita en sentido propicio para descender.
Biná: Ella dimensiona el “Aron Ha’Edut” (Arca de la Alianza). Es esta dimensión tenemos el entendimiento de la Luz absoluta, pero no en términos totales; ya que se ha fragmentado.
Daat: Representa el “Parójet” (el velo que dividía el lugar Santo del lugar Santísimo). En este nivel podemos ascender hacia la Luz inmensa de Bondad; porque se ha despertado la Conciencia; el velo se ha descubierto y se ha dado la impronta del «Hijo». Se unificaron los dos hemisferios cerebrales. El “yo soy” se ha separado del “yo no soy”.
Jesed: Se compara al “Shuljan” (Mesa de los panes). El pan representa la Bondad del Bendito Sea en términos más comprensibles. Pan es la interpretación “Peshat” (Literal) de la Toráh; necesitamos el Vino que manifiesta el “Sod” (Secreto) de la Toráh.
Guevurá: proyecta el fuego de la “Menorá”. Este fuego es el límite que no permite que nos perdamos en el mundo; aquí el rigor se vuelve un maestro que enseña al Alma a rectificar.
Tiferet: es el “Mizbeaj Ha’Ketoret” (Altar del incienso). La perfecta armonía se halla en esta zona; hemos implementado nuestras emociones en un nivel de estabilidad; por lo cual nosotros somos el aroma del perfume perfecto delante de la Presencia Divina.
Netzaj: es la columna derecha del Templo llamada “Yajin” (יָכִין) «Él establece». La columna derecha representan siempre el Jesed.
Hod: es la columna de la izquierda del Templo llamada “Boaz” (בועז) «la fuerza en él”. La columna izquierda establece los limites.
Yesod: asemeja al “Kior” (Pileta). El reflejo de Cielo en la tierra es el agua. Todo lo bueno que ha sido captado en Yesod (fundamento) está plenamente listo para darse. Nosotros necesitamos el agua para purificarnos; quitar el estado Tuma (impureza espiritual) y así acceder al beneficio de la bondad absoluta de la Luz.
Maljut: el “Ola” (Altar de los sacrificios). Aquí termina el descenso de la Bondad; pero a su vez es el punto de inicio; porque comenzamos a ascender para unificarnos con la Luz de la Bondad Absoluta; a través de lo que conocemos como el proceso del “Bitul”; es decir, la negación al ego.
Para terminar; recordemos lo que Ha’Shem dice en Shemot:
“Y harán un santuario para mí … para que yo habite en él [es decir, el Tabernáculo]” (Éxodo 25:8)
Una vez más, el Mishkan no es otra cosa que un Santuario interno en el ser humano. La alusión de un templo físico (material) es para insinuarnos a nosotros mismos que podemos ser la perfecta morada de la Presencia Divina. ¡Ha’Shem quiere habitar en nosotros!
La idea de hacer el “Devekut” (apego) hacia el Eterno comienza con el despertar de la Conciencia; cuando esto sucede se ha levantado el mishkan propicio para que Él venga hacer morada; y manifestar el resplandor en su mejor obra maestra: el ser humano; hecho a Su Forma y a Su Semejanza.
El reino de los cielos y/o el reino de Di-os no está aquí o allá; está dentro de nosotros; y nosotros tenemos el potencial de proyectarlo. Cuando la luz inmanente brilla entonces el propósito del Maljut se hace posible.
Así que el Congregar (Vayakhel) tiene como fin reunir todos nuestros sentidos con la mente; lo espiritual con lo emocional; lo subjetivo con lo objetivo; cuando unificamos todos estos conceptos duales, estamos dejando la polaridad; alejándonos de la división. Estamos pasando de una Conciencia Bet; completamente fragmentada, para traspasar el Parójet e introducirnos hacia la Unidad de la Conciencia Alef.
“Alef” (א) está formada por dos “Yud’s” (una normal y otra inversa); separadas por una letra “Vav”; y cuyo valor es igual al absoluto 1; pero también al valor 26 (10+6+10); exactamente el mismo valor del Nombre Inefable (יהוה).
Si “Alef” representa a Ha’Shem; entonces, ¿Por Di-os creo el mundo de la materia con la segunda letra del alefato hebreo llamada “Bet”? ¿Por qué no hacerlo con la letra que lo representa a Él?
Está claro; Ha’Shem quiso que el hombre perfeccionara Su Creación; ya que este mundo fue formado a través del caos; manifestado por el mundo de la dualidad; “Bet” tiene el valor numérico 2.
Miremos la idea: La “Yud” superior representa la Bondad de Ha’Shem; la “Yud” inferior inversa alude al rigor, al caos; por su parte, la letra “Vav” que las divide, tiene un valor de 6; este valor representa al hombre (en el sexto día fue creado). El hombre cuando ha entendido que él es un mishkan móvil, entonces descubre su verdadero potencial inherente; el cual le da la capacidad para poder unificar los cielos con la tierra. El hombre, o es un obstáculo o bien es un conector entre maljut y los mundos superiores.
Cuando sucede lo último tenemos la oportunidad de perfeccionar la creación misma. Al realizar este salto cuántico transitamos hacia el camino de la Conciencia Alef, Ha’Shem nos da la oportunidad de unificar lo que ha estado dividido.
En palabras sencillas, cuando reunimos todo lo esencial para construir nuestro mishkan; estamos haciendo el retorno que nos lleva a la Casa del Padre; cuyo fin es volvernos Uno con el Ain Sof.
¿Eres obstáculo o eres conector?
¡Shabbat Shalom Umevoraj!
Por: Oscar Jiménez Gless
Dir. Instituto Toráh®
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Excelente, quiero ser un conector!!!
Amén!!
Amén poderosa palabra con hermosa reflexión gracias pastor por su trabajo
¡Muchas gracias amado!