Parashá 49 “Ki Tetzé”   2021                 

“Dominando el Yetzer Ha’Rá”

 Lectura: Devarim 21:10 – 25:19

 Repasemos   la   porción   de   esta semana   llamada: “Ki Tetzé” y descubriremos el valioso conocimiento   que   se   haya implícito dentro del texto, con el propósito de llevarnos a un mayor nivel de entendiendo espiritual. Leamos los primeros versos:

 Devarim 21:10-13

(10) Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y el Eterno, tu Elohim, los entregare en tu mano, y llevares de ellos cautivos, (11) y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y te enamorares de ella de manera que quisieras tomarla por mujer tuya, (12) entonces la introducirás en tu casa, y ella rapará su cabeza, y se cortará las uñas sus uñas, (13) y quitará de sobre sí el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa, llorando a su padre y a su madre, por todo un mes; y después de esto podrás llegarte a ella y ser marido suyo, y ella será tu mujer.

 ¿Qué significan estos versos?  Quizás suenan muy raros y hasta cierto punto incomprensibles.  Si   estos textos   los   tratamos de interpretar de una manera Peshát (literal) nos quedaríamos con muy   poca luz de entendimiento, para estos casos, el nivel de interpretación que necesitamos es el nivel Sod (secreto).   Esta dimensión nos arrojará toda la luz necesaria para iluminarnos.

Pero antes de encender las candelas de la sabiduría, repasemos esta porción, dando su resumen correspondiente.

 RESUMEN

Esta parashá incluye 77 mitzvot (preceptos), es decir más que cualquier otra porción de la Toráh.  

Estas son las diferentes legislaciones que encontramos:

-Leyes para una mujer cautiva.

-Derechos de la herencia de un primogénito.

-El castigo sobre el hijo rebelde o descarriado.

-La sepultura digna de los difuntos.

-Se presentan leyes morales como la devolución de objetos perdidos.

-El envió del ave madre antes de tomar a sus pichones.

-Construir un cerco de seguridad en el techo de una casa propia.

-Y diferentes formas de Kiláim (Hibridación prohibida entre plantas y animales).

-Además encontramos códigos penales sobre casos de los reglamentos legislativos, como, por ejemplo: para el adulterio, violación o seducción de una mujer soltera.

-Leyes civiles sobre divorcio, la penalidad sobre un esposo que acusa falsamente a su mujer de infidelidad.

-La atención sobre las viudas que no tienen hijos.

-Prohibición de unirse en casamiento, por ejemplo, con un bastardo, o un varón de descendencia Moabita o Amonita, una primera y segunda generación de edomita o egipcio.

-Las leyes específicas para los tiempos de guerra.

-Y leyes que regulará las exigencias y los tiempos de descanso del ganado: “No deberás arar con buey y con asno juntos” (22:10).

-Etc.

 Esta porción se llama, como dije anteriormente: “Ki Tetzé” que significa “Cuando salgas”, y esto en referencia al primer   texto, donde específicamente se puede tomar a una mujer del ejército enemigo después de haber ganado una batalla.    Esto parece algo paradójico, puesto que el Eterno promueve la NO asimilación de su Pueblo Israel con otras culturas paganas.

Entonces, ¿Cómo podemos explicar estos textos? Como lo antepusimos   al inicio, miremos el  aspecto Sod; la perspectiva del Alma.   

La mujer representa al Yetzer Ha’Rá, nuestra carnalidad. Ella es conquistada después de que uno va a la guerra.

Recuerda   que el   ser humano tiene una batalla todos los días dentro de sí. Todos los días batallamos en contra de la carne, una batalla constante entre lo espiritual y lo carnal. De alguna manera Ha’Shem nos revela que si uno es capaz de vencer a   nuestro enemigo interno (Yetzer Ha’Rá), Él nos entregará a todos nuestros enemigos exteriores: las circunstancias de nuestra vida.

“¡Domina lo interno para conquistar lo externo!”

 El Yetzer Ha’Rá se puede comparar con el fuego, altos grados de combustión, mayor nivel de ego.    El elemento que pude apagar ese fuego, es el agua, este elemento es representado por la Toráh.

El agua de la Toráh apaga ese fuego y nos lava de toda la suciedad egoísta. Cuando permitimos que nuestra carnalidad tome el control, entonces descendemos al mundo inferior, donde se pierde toda conexión con nuestro Padre Celestial. Sólo el estudio de la Toráh y la obediencia (Emunáh) a ella podrá elevar nuestra alma a una mayor dimensión.

Pero, ¿Qué   tiene   que   ver el rapar el cabello de la mujer? “la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas” (Devarim 21:12)

Por medio de la guematría podemos indagar que el cabello puede representar una alusión directa al Yetzer Ha’Rá, la palabra en hebreo para cabellera es “Sa’ara” (שַׂעֲרָה) cuyo valor es de 575, sorprendente, porque es el mismo valor para la palabra hebrea “Yetzer Ha’Rá” ( יצר הרע) es igual, 575.

Recordemos que esta porción contiene 77 mitzvot (preceptos), este valor concuerda exactamente con la palabra “Mazal” (מזל) que significa “Destino”. Es decir, que mientras transitamos el mes de Elul, al   dominar nuestro Yetzer Ha’Rá, entonces podemos recibimos la energía de tener un “Mazal Tov”, un “Buen Destino”.

Añadiendo más luz a la interpretación, la palabra hebrea “a la guerra” es “La-Miljama”  ( ל מלחמה) cuyo valor es de 153, y el número escondido del 153 es 17:

(1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13+14+15+16+17 = 153)

Y el número 17 se relaciona con la palabra hebrea “Tov” que significa “Bueno”. Así que, si 17 es bueno, 153 es lo “extra bueno”, esta porción nos enseña a tener control sobre el Yetzer Ha’Rá, esta semana recibiremos de parte de Ha’Shem lo bueno en su máxima expresión si actuamos con fe obediente (Emunáh).

Por otro lado, la mujer cautiva tiene que cortarse la uñas, y llorar por todo un mes el luto a sus padres:

 “… y se cortará las uñas sus uñas” (Devarim 21:12b)

“…llorando a su padre y a su madre, por todo un mes”

 Las uñas tienen que ver con la suciedad, lo sucio del pecado, las manos tienen que ver con las “obras”, las acciones de la Toráh, cuando el ser humano ha transgredido la ley, tiene unas manos (obras) desaliñadas, este tiene que cortarse las uñas, la suciedad de la desobediencia al Eterno.

Todo el mes de Elul nos recuerda hacer un acto de introspección de nuestra alma, hacer Tikún (Rectificación) de nuestros actos, verificar    cuales son nuestros errores, reconocerlos y componerlos, es por esto que nuestra carnalidad tiene que estar en luto, sin fuerza, porque ha sido dominada.

Entramos en la víspera de los diez días claves, de Yom Teruáh al día esperado para la redención de nuestra alma: Yom Kippur.

El encuentro con el amado “Aní Le dodí Ve dodí Li” (Yo soy de mi amado y mi amado es mío) será la conexión especial, nuestra Alma en unión perfecta con nuestro Creador.

Estemos dispuestos a dominar nuestra carnalidad, obedeciendo a nuestro Padre Celestial en lo que dejó por estatuto perpetuo: Su Toráh.

¡Que esta semana tengas un Mazal Tov!

 R. Oscar Jiménez Gless

Director Instituto Toráh®