Parashá 47 “Re’eh” (רְאֵ֗ה) “Mira”
Lectura: Devarim 11:26 – 16:17
Nuestra porción de esta semana tiene que ver con la dimensión visual; de hecho, el nombre de esta porción lleva como título: “Re’eh”, palabra hebrea que significa: “Mira”; “Ve”.
Los primeros versos que encabezan esta porción citan así:
Devarim 11:26-28
“Re’eh anojí noten lifneyjem hayom berajáh ukelalah, Et-haberajah asher tishme’u el-mitzvot Adonay Elohey jem asher anoji metsaveh etjem hayom. Vehakelalah im-lo tishme’u el-mitzvot Adonay Eloheyjem vesartem min-haderej asher anoji metsaveh etjem hayom lalejet ajarey elohim ajerim asher lo-yedatem.”
“Mira, pongo frente a ti, hoy, bendición y maldición, bendición, si obedecen los mandamientos del Adonaí su Elohim que yo les ordeno hoy; Y maldición si no obedeces los mandamientos de Adonay tu Elohim, sino que te apartas del camino que te ordeno hoy y sigues a otros dioses, a quien no has experimentado.”
Antes de traer la reflexión de esta porción miremos una perspectiva general de toda esta parashá.
RESUMEN:
Esta porción nos habla de las leyes del templo; la cual tendría que ser establecido en el lugar que el Eterno elegiría para que Él more allí, y ese lugar es Yerushalayim, donde todo Benei Israel llevaría los korvanot, y queda estrictamente prohibido llevar ofrendas fuera de otro lugar que no sea el templo.
Devarim 12:11
“Y al lugar que Adonai vuestro Elohim escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Adonai.”
También se anuncia en esta porción al falso profeta, cuya función es seducir y conducir al pueblo a la idolatría (avodáh zaráh). Y que a consecuencia de esta acción el falso profeta sería castigado con la pena de muerte. Así mismo la ciudad que practicara idolatría sería completamente destruida.
Por ello, es importante reflexionar en todo lo que está escrito en la Toráh. Todo aquello cuyo propósito sea desviarnos de HaShem, es idolatría, es falsa profecía.
¡La Toráh nos lleva a dar al blanco! En otras palabras, ¡Dar al blanco es estar en completa armonía conectado con los códigos del Todopoderoso!
Además de esto, se hace mención a la lista de los animales kosher; es decir los alimentos que son aptos para nuestro consumo, tal como lo vimos en el libro de Bamidbar (Números) capítulo once. (Devarim 14:3-21)
Otro punto que se vuelve a tocar es en referencia al “Ma’aser”. En ciertos años, este diezmo era dado a los pobres. Los primogénitos del ganado bovino y ovino deberían ser entregados en el Beit HaMikdash; y su carne era comida por el Kohen ha’Gadol. (Devarim 14:22-27)
También nos habla de la caridad a la que está obligado todo Benei Israel hacia su prójimo; para cubrir su necesidad a través de un regalo o un préstamo. La importancia de hacer «Tzedakáh» en estos tiempos nos abre un panorama inmenso de posibilidades en cuestiones de las berajot (bendiciones)-(Devarim 15:7-11)
Otra sección que nos ocupa en esta porción es la del año «Shemitá«; que ocurre una vez cada siete años, donde todos los prestamos deben de ser perdonados, y todos los esclavos, o sirvientes tendrían que ser liberados (Devarim 15:12-18).
Esta parashá concluye con las leyes de las “Shalosh regalim”, las tres festividades de peregrinaje: Pésaj; Shavuot y Sukkot. Donde todo Benei Israel tenía que subir año con año a Jerusalem (Devarim 16:1-17).
APLICACIÓN ESPIRITUAL:
Las promesas del Eterno siempre estarán condicionadas por la Emunáh (fe obediente); este es el requisito indispensable para poder tener acceso a la bendición celestial.
Nadie puede beneficiarse de ello, sin haber cumplido dicho requisito, es como pretender bañarse sin mojarse.
De esto habla nuestra porción, la vista se vuelve a veces tan indispensable para poder creer, el ojo tiene la capacidad de conectar las imágenes con el corazón, a esto se le llama Visión.
El hombre necesita muchas veces ver para poder creer. es por eso que las bendiciones de Ha’Shem las expresa por medio de imágenes; a Avraham lo sacó de la tienda para que mirara las estrellas en los cielos:
“Si puedes contar las estrellas de los cielos, así será tu descendencia”. El problema aquí, es que Avraham era viejo, y su esposa estéril.
Los ojos están en la parte más alta del ser humano, en la cabeza, no en los pies.
La palabra hebrea “Re’eh” רְאֵ֗ה (Mira), está formada por tres letras hebreas: Reish–Alef–Hei. En esta palabra encontramos un significado intrínseco muy interesante.
Si unimos el significado de estas letras nos revela este mensaje:
“Nuestra Cabeza es el Alef que nos trae Revelación”
Así que, nuestra perspectiva (vista), tiene que estar conectada con la visión de nuestro Padre Celestial.
Muchos sueñan, pero muy pocos visionan; el soñador sueña sueños, pero el visionario realiza sus sueños.
Si luego de “Ver” las promesas del Eterno, las creemos como una realidad, entonces sus bendiciones (berajot) nos alcanzarán a cada uno de nosotros.
Es por eso que al inicio de esta parashá dice “Mira” o “Ve”; pongo frente a ti, hoy, bendición y maldición.
De aquí la importancia de poder escoger bien, a esto se le denomina: “Libre albedrío”, lo que en la tradición de Israel se le conoce como «Tzelem Elohim» (Imagen de Di-os). Todo Ser Humano tiene la capacidad de poder escoger correctamente bien; a esto se le llama: “Tzelem Elohim”.
Así que esta porción inicia con la acción del Ver. Es decir, Mira hoy en este día, que escuches de tal forma como si lo vieras.
Recuerda que la bendición tiene condicionantes, no porque el Eterno quiera obligarnos a que hagamos algo, sino porque es un código al cual su acceso es por medio de la llave de la obediencia. Acciones que unen los cielos y la tierra. La maldición simplemente es no querer acceder a esos grandes beneficios.
Cuando el pueblo de Israel se divide en el año 721 a.E.C., es la parte del norte la cual fue exiliada; se fue y nunca más volvió a su tierra; ellos olvidaron los mandamientos del Eterno, según lo vemos en el libro de Oseas.
Oseas 4: 6
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Esto es muy importante, porque más adelante en el mismo libro dice que Efrayim fue mezclado con los demás pueblos; Efrayim fue “una torta no volteada” (Os. 7:8); es decir este Efrayim no está completamente cocido; cocinado. Esas diez tribus, que están ahora dispersas entre todas las naciones, y que paulatinamente se han olvidado de la ley divina (la Toráh); que están alejados de las promesas, que están sin Di-os en el mundo sin esperanza, sin pactos (Efesios 2:12) y ahora se les está dando la oportunidad de hacer tikún, de arreglar su desobediencia, y regresar a la bendición y a la vida por medio de la enseñanza del Mashíaj.
Este Efrayim representa al Hijo Pródigo que se perdió y malgastó la herencia, y que una vez que supo lo que había hecho, volvió en sí, y decidió regresar (hizo teshuvá) a la Casa de su Padre.
Dice Isaías: “Ay de la corono de soberbia de los ebrios de Efrayim” (Is. 28:1-13). Ellos dicen “No queremos tu Ley, para nosotros es una carga, porque: “Mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”; “Se nos hace pesados tus preceptos”; debido a ello el Eterno les envió a bufones para que divirtiera a todo este pueblo; la palabra “Bufón” en hebreo es “Laég” cuyo significado es: Ridiculizar (como imitando a un extranjero); Tartamudo; hablar ininteligiblemente; Burlar; Reírse. Mira como dice en esta versión; te vas a sorprender:
Isaías 28:10-11 (Versión Nácar-Colunga)
“Porque: “Tsaw latsaw,” “tsaw latsaw,” “qaw laqaw,” “qaw laqaw,” “zer sham,” “zer sham” Pues por balbucientes de labios y con lengua extranjera hablará a este pueblo.
El comentario de este verso en la Biblia Versión Hebraica Stuttgartensia dice así, lo cito: “Este verso ilustra la actitud de burla de los profetas y sacerdotes ante la predicación de Isaías, y se fundamenta en la repetición de palabras breves, imitando el balbuceo incomprensible de un bebé o la incoherencia de un borracho: tzav latzav, tzav latzav, qav laqav, qav laqav, zer sham, zer sham; Escuchadlo: P-a-pa, p-a-pa, t-a-ta, t-a-ta.”
Este labio balbuceante nos hace referencia al «lenguaje espiritual” muy conocido entre las comunidades multi-religiosas de occidente.
¿Dónde está ahora Efrayim? Entre toda la cristiandad. Sin embargo, no se da cuenta de su realidad porque está medio cocido, y él dice: “La ley ya caducó; ya fue abolida; la ley no es para nosotros es para el pueblo judío; nosotros somos el nuevo Israel que no necesita la Toráh”
Oseas 7:9 sigue diciendo sobre Efrayim:
“Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo.”
Es decir, Efrayim envejeció y no se dio cuenta de su vejez. Perdió la fuerza que tenía al lado del Todopoderoso. Fue una “Paloma” incauta; curioso porque el símbolo de la paloma se pensó que es en alusión al Espíritu de Santidad, cuando en realidad es en referencia a este Efrayim, cuyo propósito es ser alcanzado y redimido por su pariente próximo (Lev. 25:25), por eso vemos en el relato de los evangelios que una paloma se posa sobre la cabeza de Yeshua:
Juan 1:32
“También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.”
Esta es una señal profética sobre el propósito mesiánico de Yeshua, el cual ha venido a buscar a las ovejas perdidas de la Casa de Israel. Estos perdidos son Efrayim, la paloma incauta.
Es por eso que esta parashá tiene el objetivo de ver, de visionar, como dije anteriormente; una cosa es ver y otra es visionar. Los sueños que tenemos es a través de visiones. Porque los sueños cobran vida a través de visiones. Todos podemos soñar, pero muy pocos podrán visionar. Es muy diferente ser un soñador y ser un visionario. Porque el visionario no sólo sueña, sino alcanza ese sueño.
El soñador sueña sueños, pero el visionario alcanza esos sueños. Por eso es importante visionar según lo que el Padre nos quiere dar. Si hay una kelalá (maldición) por olvidarnos de la Ley Divina, y por ello Ha’Shem se olvidó de nuestros hijos, entonces esto se puede revertir en automático guardando los preceptos que están en la Toráh.
Cuando somos capaces de ver con nuestros ojos espirituales, entonces podremos visionar desde la perspectiva del Todopoderoso.
¡Que la luz artificial no te distraiga de mirar la luz de las estrellas celestiales!
Para mirar las estrellas de los cielos en la noche, se tiene que buscar las zonas desérticas, es en el desierto donde no hay luces artificiales, allí veremos los cielos esplendidos y maravillosos. En la mayor oscuridad se podrá apreciar la luz celestial.
Cuanto más a oscuras y desérticos estamos, más apreciaremos la luz. ¡La Luz de la Torah resplandece en las tinieblas!
Quizás estas ya en medio del desierto, en esa oscuridad que tal pareciere que no amanece. Entonces es tiempo que visiones las promesas dadas por Ha’Shem en la Toráh; es tiempo de creer en lo que está escrito en ella, visiona lo que el Eterno te quiere dar y ponlo por obra, ¡Camina hasta logarlo!
Ha’Shem promete que si ponemos por obra sus mandamientos seremos muy especiales pare Él:
Éxodo 19:5
“Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.”
No importa cuán viejo se pueda estar, no importa las circunstancias, ni nuestra condición, cuando obedezcamos fielmente las órdenes de nuestro Creador, entonces podremos alcanzar las estrellas que están arriba de nuestra cabeza.
Oscar Jiménez Gless
Instituto Toráh ®
Perfecto Óscar, enseñanza muy profunda y elevada
shalom tremenda exegesis, he comenzado a seguirle
Muchas gracias!! seguiremos esforzándonos!
Muchisimas gracias!!
Megustaria saber mas de su organizacion
Con gusto; escríbenos a nuestro correo: institutotorah@gmail.com ; o bien al correo personal: oscarjiménezgless@gmail.com; será un placer atenderte!