Parashat Ekev 2021

PARASHÁ 46 “EKEV” (עקב)

Lectura: Devarim / Dt. 7:12 – 11:25

Lectura adicional: Isaías 49:1-26 – Is. 51:1-23

Nuestra Parashá inicia así:

Devarim 7:12

Y sucederá que por causa de que oyereis estos juicios, los guardareis y los cumpliereis, el Eterno, tu Dios, guardará para ti el pacto y la misericordia que juró a tus padres.

RESUMEN:

Es importante resaltar que existen dos palabras en el hebreo para mencionar el verbo “Y sucederá”; una es “VeHayah” (וְהָיָ֣ה) y la otra es “VaYehí” (וַיְחִי); dicen los sabios que cuando se utiliza esta última expresión es para relatar un suceso trágico, algo negativo; sin embargo, cuando se utiliza “VeHayah”; como en el caso del inicio de esta porción, se emplea para narrar algo muy positivo.

Así que desde nuestro inicio tenemos algo muy bueno para esta semana de estudio.

La palabra Ekev (עֵ֣קֶב) se traduce “por causa”; “a consecuencia”; “por este motivo”; en otras palabras, esta porción está sujeta a ciertas condiciones para adquirir las futuras promesas, pero también, dentro de la palabra Ekev intrínsecamente contiene algo muy profundo que más adelante trataremos de explicar.

Esta parashá nos habla de como recibir ciertas bendiciones a consecuencia de la obediencia. Recuerda, el contexto de este relato sucede en el último tiempo de la vida de Moshé, nuestro gran patriarca.
El consejo sabio sale de la boca de este gran líder y libertador, hacia esta nueva generación que necesita el adiestramiento eficaz del estratega por excelencia: “¡No cometan los mismos errores de sus padres cuando anduvieron en el desierto!” “¡Ustedes pueden avanzar y adquirir todas las promesas que el Eterno ha dispuesto!”; “¡Si ustedes ponen oído, y ponen por obra estos decretos! ¡Si ustedes en verdad lo escuchan, entonces como consecuencia recibirán esto y aquello!”.

Devarim 7: 12-13
(12). Y sucederá que por causa de que oyereis estos juicios, los guardareis y los cumpliereis, el Eterno, tu Di-os, guardará para ti el pacto y la misericordia que juró a tus padres, (13). Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.

Esto es precioso ¿No?; HaShem ama sin reservas al obediente; no tengo necesidad de decir sobre aquel que se ha hecho sordo ante Sus Palabras. Este es uno de los textos que me impresionan y me apasionan.
Creo que la excelencia no se puede mezclar con la mediocridad; es por eso que la Tierra Prometida tiene que estar libre de cualquier idolatría, no podemos ingresar a la dimensión más elevada de la Conciencia con los pensamientos adquiridos en la teología faraónica; argumentos que sólo nos sirven para soportar un exilio egipcio y terminar construyendo ladrillos. Estas son fortalezas mentales; pensamientos que nos persuaden en creer que tenemos libertad, aunque sigamos viviendo como unos simples esclavos.

Devarim 7:25-26
(25). Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación para Adonai tu Elohim; (26). y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema.

La tierra que va a poseer esta nueva generación es una buena tierra, tierra donde fluye leche y miel, solo necesitan de la fe obediente para que sean multiplicados en todo lo que emprendan.

Es muy importante saber que esta porción también nos habla del temor hacia el Eterno, esto no es el temor común, no es el miedo o la zozobra, en realidad tiene que ver con el respeto, la honra y el amor hacia nuestro Boré Olam (Creador Eterno).
También nos recuerda la rebelión que sucedió en Horeb, cuando se recibió la Toráh por vez primera. El pueblo pecó; hicieron idolatría (Avodá zaráh) con el becerro de oro, y murieron como tres mil personas, eso sucede en un Shavuot; por ese motivo Moshé sube por segunda vez, para recibir las segundas tablas, que representan el tiempo de la segunda oportunidad; pero ahora en Yom Kippur (día del perdón); donde a Moshé le resplandecía el rostro; conocido este suceso como el Cara a Cara.

Esto nos enseña que proféticamente se daría una “Brit Hadashá”, un “Pacto Renovado”, una “Nueva Alianza”, pero ahora no escrita en “Tablas de Piedra”, es decir no dictados en los corazones duros como en el de los antepasados, sino ahora en corazones quebrantados por el gran amor del Padre celestial; convertidos en corazones de carne.

Jeremías 31:31-33
(31). He aquí que vienen días, dice Adonai, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. (32). No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Adonai. (33). Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Adonai: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Di-os, y ellos me serán por pueblo.

Cuando en Hechos capítulo dos vemos el relato del derramar del Espíritu de la Santidad; ese día sucedió precisamente en Shavuot; y en el primer mensaje de Shimón Bar Yonáh se convirtieron tres mil; la misma cantidad de los que murieron en el primer Shavuot.
¿Te das cuenta?; el texto bíblico nos enseña que el Abba Kadosh es un Padre de segundas oportunidades. No se trata de otro pacto, sino del mismo; la diferencia es el corazón circuncidado, es decir un corazón hecho de carne.

Esta porción cierra en el capítulo 11 diciendo:

“Amarás, pues, a Adonai tu Elohim, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días”.

APLICACIÓN ESPIRITUAL:

¿Cuál es el propósito de esta porción? que al final del estudio podamos evaluarnos a nosotros mismos; probar nuestros propios corazones para saber si estamos haciendo lo correcto, si estamos llevando a cabo los mandamientos, si estamos cuidando nuestros pasos.

¡Increíblemente esto tiene que ver con pasos!

Vamos a la profundidad del texto:

Como vimos anteriormente, esta porción empieza: “Vehayah ekev tishme’un”; “Si escucharán”; y esta palabra “Tishme’un” viene de su raíz, la palabra “Shema”. Recordemos que este término significa Oír y Obedecer, tal y como lo vimos en nuestra parashá pasada.

Prácticamente la condicional es: “Si escuchan obedeciendo, Yo les voy a bendecir, les voy a promover, les voy a dar la tierra donde fluye leche y miel; y no les faltará absolutamente nada”.

Es el Padre Celestial quien determina todo esto. Es curioso que el pisar la tierra tiene que ver con nuestros talones.

Devarim 11:24
“Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio.”

Y es aquí cuando se muestra todo el significado oculto resguardado en la palabra Ekev, veamos:

La palabra “Ekev” se traduce “Porque”, «Por consiguiente”, “En consecuencia”; es decir: “Si tú estás oyendo obedientemente, por consiguiente, vas a recibir esto”; pero “Ekev” también se traduce como “Talón«.

¿Qué tiene que ver el Talón aquí?

El Talón tiene que ver con la vulnerabilidad del hombre; es el punto débil del ser humano; lo que comúnmente conocemos como: “el talón de Aquiles”.

El cumplimiento para llevar a cabo las mitzvot (mandamientos) debe incluir todas las partes de nuestro cuerpo, desde la parta más alta, hasta la más baja de nuestro físico.

Cuando nosotros damos un paso, lo primero que afirmará ese paso es el talón, con él nos apoyamos para dar el siguiente paso.

El talón simboliza la parte del cuerpo ligado al andar, dado que la mitzvá es el camino que nos marca el modo de andar por la vida. La Toráh misma es el camino “derej”.

Entonces Ekev, alude a nuestro caminar; al talón mismo.

Es decir, cuando nos establecemos en la Toráh, no nos tenemos que desviar ni a la derecha, ni a la izquierda. Tenemos que andar dentro del camino, recuerda que el camino ancho nos lleva a la perdición.

¿Cuál es el camino que tenemos que andar?

Jeremías 6:16
“Así dijo Adonai: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.”

La primera letra inicial tiene que ver con la letra hebrea “Ayin” que esta representada por el Ojo. Es decir que tenemos que ver por dónde
caminamos. En pocas palabras “Cuidemos nuestros pasos” “Miremos por donde caminamos”.

Esto nos enseña que las mitzvot (preceptos): es el cable a tierra y cumplirla ‘en consecuencia‘ nos permite crecer en el plano material; pero también de manera espiritual. cuando somos recipientes aptos, humildes y agradecidos; entonces conectaremos con esas grandes bendiciones.

“Nadie puede conquistar la tierra prometida sino es por la vía del Bendito Sea”.

Allí es donde radica nuestra humildad y nuestro agradecimiento. Si nosotros cuidamos nuestros pasos, será muy difícil resbalarnos.

Génesis 3:15
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

Cuando el hombre se levanta y hace una buena acción, ese hombre tiene la fuerza propia para dominar el Serpiente (su propia carnalidad); pero después dice “Que buena obra hizo yo”; entonces es cuando el hombre no domina su serpiente. Este es mordido por la toxina del orgullo, de sus “buenas obras”, conduciéndolo a decir “Yo hice esto y quien hay como yo”. Cuando el hombre se empieza a admirar así mismo; es mordido literalmente por su propio najash (Serpiente). Esto se le denomina la tendencia al Yetzer Ha’Rá (Inclinación al Mal).

Un ejemplo claro de esto es lo que paso con la vida del rey Nabucodonosor.

Daniel 4:28-33
«Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.»

La palabra para “Mal” en hebreo es “” (רע); pictográficamente está representada por la “Reish”; cuyo símbolo es una Cabeza de Hombre; y termina con una letra “Ayin” que hace alusión al Ojo. Aquí hay un mensaje codificado:

“Cuando el Hombre ( Resh / Cabeza ) pierde la visión ( Ayin / Ojo), no dándole la gloria al Eterno, entonces se manifiesta el Mal.”

¡Cuando no hay visión terminamos desviándonos de nuestro propósito!

Proverbios 29:18
“Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!” (Nueva Versión Internacional)

Cuando el hombre no fija su camino en la grandeza de Ha’Shem, entonces es mordido por la serpiente.

¿Para que está implícito el yetzer hará en el hombre? Para poder vencerlo. ¿Cómo se vence el yetzer hará? caminando rectamente; cumpliendo los mitzvot. Contrario pasa con el serpiente; este siempre se arrastrará.

¡Por su orgullo el ser humano será el “piso de sus propios talones”!

Si queremos conquistar, si queremos que nos sea entregado todo lo que toque la planta de nuestros pies; entonces rectifiquemos el camino.

Es en este sentido la expresión que el Eterno dice a Adam: “Porque polvo eres, y al polvo volverás.” (Bereshit 3:19)

¡No te conviertas en el piso de tus propios talones!

Ekev (עקב) tiene un valor de 172; por su parte Elohim (אלהים) tiene un valor de 86. Lo impresionante es que cuando este resultado lo multiplicamos por el dígito de 2; nos da la misma cantidad: 172. Recuerda que Elohim tiene que ver con la Justicia-Rigor del Eterno.

¿Qué significa esto? Que, si nosotros no tenemos cuidado con el Ekev (talón), entonces los pasos que vamos a dar serán para un doble juicio.

¡Cuidemos nuestros pasos! ¡Fijémonos por dónde caminamos!

Si a la cantidad de 172 la sumamos entre sus propios dígitos, nos da el valor de 10 (1+7+2=10), haciendo alusión al camino de los diez mandamientos. Cuando ponemos por obra los diez mandamientos cumplimos con toda la ley y los profetas. Los primeros 4 mitzvot tienen que ver con la relación vertical, es la relación que tenemos hacia
nuestro Padre Celestial (Dt. 6:4-5). Y los otros 6 restantes representan la relación horizontal, en este caso es la relación que tenemos con nuestro prójimo (Lv. 19:18).

La primera letra con que inicia la palabra Ekev es la letra “Ayin”, y su pictografía es una Ojo; después le sigue la letra “Kuf” cuyo símbolo es el dibujo de un Ocaso; de un Crepúsculo, y le finaliza la letra “Bet” que figura una Casa.

En otras palabras; la interpretación Remez del término Ekev significa:
Fíjate, Mira que ya viene el Ocaso, es tiempo de regresar a Casa

Este es un mensaje completamente profético; el ocaso significa el tiempo donde culmina la edad presente, el postrer tiempo. Estamos viviendo el tiempo del ocaso, en mateo 24 hay una señal profética: ¡la higuera que florecerá!:

Mateo 24:32
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.”

Esto ya sucedió hace 73 años, tiempo en que la higuera empezó a dar sus primeras ramas y sus primeras hojas. La higuera es Israel que regresó a recuperar su tierra y se levanta una nación en un solo día, profetizado por Isaías: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo
de parto, dio a luz sus hijos” (Is. 66:8). Esto se cumplió precisamente en el año 1948 e. C; año en donde Israel recupera su estado; así nació la nación de Israel en un día.

Pero algo le hace falta a la higuera, ya que brotó sus ramas y hojas, lo consiguiente es dar mucho fruto. Curiosamente Efrayim significa “Mucho Fruto” o “Fructífero”, y digo curiosamente, porque es Efrayim quien representa a las Ovejas Perdidas de Israel; las 10 tribus que nunca más regresaron de su exilio desde el 721 a.E.C.

Así que este es el tiempo de “Efrayim”; este es el tiempo del ocaso, es el tiempo de regresar a casa.

El talón nos sirve para impulsarnos, haciendo alusión al hijo pródigo que malgastó la herencia, y tocando fondo reaccionó, volvió en sí, y él regresó a casa.; ¿Qué hizo el Hijo? Vio el tiempo del ocaso que indicaba que era tiempo de regresar a casa. ¡Y el hijo regresó a casa a los brazos del Padre!

En esta porción reflexionamos que al mirar el ocaso, se nos indica que es tiempo de volver, de reafirmar nuestros pasos. Dejemos de comer las algarrobas que le arrojan a los cerdos; los adoctrinamientos de la religiosidad que se alejan de la verdadera fe hebrea y volvamos; haciendo teshuvá.

Los talones también tienen que ver con pisar los mandamientos del Eterno; por muy pequeños que nos parezcan algunos de ellos, cuando no los ejecutamos, y decimos: ¿Por qué tengo yo que hacer esto o aquello? entonces terminamos pisoteando los preceptos que nos dan vida.

Por eso el Eterno dejó sus mitzvot para que caminemos obedeciéndolos, no para que caminemos pisoteándolos.

Jeremías 13:32 (Versión Kadosh Israelita)
“Y si te dices en tu corazón:¿Por qué me han sucedido estas cosas? Por la abundancia de tus iniquidades es que tus faldas han sido descubiertas, y tus talones han sido expuestos.”

Cuando abundamos en la iniquidad (anomía); que es lo mismo a estar sin la ley (Toráh), entonces nuestros talones han sido expuestos, y por lo tanto somos mordidos por el serpiente.

La humanidad por haber escuchado la enseñanza del serpiente, comenzó a intentar cumplir su propósito sin el Eterno, por medio de las “obras buenas”, por medio de los “no me hace falta guardar los mandamientos porque yo soy bueno”.
Esta actitud solamente llevará al hombre a resbalar una y otra vez a causa de que sus talones han sido expuestos.

¡Cuida tus pasos!

R. Oscar Jiménez Gless

Instituto Toráh®

 

4 comentarios en “Parashá 46 «Ekev» 2021”

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