PRIMER DÍA (Sexta Semana)

(Día 36 de la cuenta del Ómer)

JESED DE YESOD (BONDAD EN LA VINCULACIÓN)

El último proceso antes de que la bondad se integre en la materia sucede en Yesod; esta vasija está liderada por nuestro “Yo interno”. Esta es la plataforma donde decidimos como proyectarnos hacia el exterior. Si en este umbral existe desequilibrio de la virtud de bondad, entonces toda nuestra proyección estará expresando una falsa imagen de las cualidades divinas en nosotros.

El ego no tiene que ser destruido, sino ser transformado en algo potencialmente positivo.

¿Cómo se logra? Simplemente otorgando; esta es la mejor manera de encontrar el perfecto equilibrio.

Ego se puede interpretar como “el deseo de recibir sólo para mí”; entonces, ¿Es malo recibir? Por supuesto que no; el error está en que ese anhelo se convierta en una obsesión de auto-acumulación. El propósito de recibir es exactamente realizar el proceso opuesto; el dar. ¡Mi ego se ha beneficiado; porque también ha compartido!

La naturaleza de la vasija es recibir; la naturaleza de la Luz es dar. Cuando otorgo, entonces imito a la naturaleza divina; es allí donde encuentro el potencial de transformar lo negativo en positivo. Simplemente imitando a Ha’Shem.

¡El equilibrio entre el Recibir y el Dar se encuentra en la acción del compartir!

Reto: Rescatemos el día compartiendo con alguien más de lo que hemos recibido; practiquemos altruismo. De lo que recibimos otorguemos; no sólo monetariamente; quizás hoy le podamos hacer un gran favor a nuestro planeta sembrando un arbolito.

SEGUNDO DÍA (Sexta Semana)

(Día 37 de la cuenta del Ómer)

GUEVURÁ DE YESOD (DISCIPLINA EN LA VINCULACIÓN)

Por: Claudia I. Pesquera Bautista (México)

En esta dimensión rectificamos la unión que tenemos hacía los demás, es decir, como manifestamos nuestras relaciones interpersonales, ya sea con familiares, amigos o compañeros.

¿Cómo nos vinculamos? ¿Cómo es nuestro actuar ante estos grupos? ¿Somos muy apacibles hasta el grado de permitir un abuso de confianza? O, por el contrario, ¿ponemos ciertas barreras a esas relaciones por temor a ser lastimados?

Debemos vincularnos de una manera equilibrada con algún límite; por ejemplo, con nuestros hijos y con nuestra pareja, con el propósito de tener una hermosa armonía en la familia.

¡Claro que debemos tener límites! Obvio, sin llegar al extremo de ser tan estrictos, hasta el grado de llegar a ser impositivos, dejando aflorar nuestro Yo egoico al 100%, porque sin duda esta actitud nos alejaría de nuestros seres queridos.

Sin embargo, es de suma importancia aclarar a nuestros hijos, por ejemplo, que, si les ponemos límites en ocasiones, es con el fin de evitarles algunos tropiezos en su vida, porque en verdad les amamos.

Reto: Relacionémonos sin miedo con nuestros semejantes, de manera equilibrada y sin quitarles individualidad. 

TERCER DÍA (Sexta Semana)

(Día 38 de la cuenta del Ómer)

TIFERET DE YESOD (COMPASIÓN EN LA VINCULACIÓN)

Por : Rocío Pulido Arias (México)

Estudiante de Instituto Toráh®

Generalmente las actividades cotidianas o nuestras propias preocupaciones nos absorben la mayor parte del tiempo, haciendo a un lado la sensibilidad hacia lo que realmente importa, por ejemplo, si se tiene un jardín, este necesita cuidados, una mascota no sólo vive de alimento, sino también necesita de afecto.     

Con las ocupaciones diarias no nos damos cuenta de las verdaderas necesidades de las personas que nos rodean, simplemente cumplimos un rol, de estar con ellos en los festejos, en sus triunfos, alegrías; pero Tiferet de Yesod nos enseña que no solamente es el reflejo de lo superfluo, sino el valor intrínseco de nuestro Yo interno; es compadecerse hacia los otros, en la ayuda, en el brindarse, en el darse uno mismo.

¡Ahí es donde verdaderamente estamos conectados con algo o con alguien!  

Reto: ¿Cuál es el reto en este dia?   Reflexionemos cuáles son las cosas importantes para nosotros y trabajemos en ello.

CUARTO DÍA (Sexta Semana)

(Día 39 de la cuenta del Ómer)

NETZAJ DE YESOD (FORTALEZA EN LA VINCULACIÓN)

Por: P. Alexander Alzate Osorio (España)

Estudiante Instituto Toráh®

Un componente esencial de la vinculación es su persistencia, es su habilidad para soportar desafíos y reveses. ¡Sin persistencia no hay posibilidad de desarrollar una verdadera unión!

Netzaj es la cualidad emocional de la perseverancia, de la consistencia y de la constancia, Yesod es la unidad y el entrelazamiento.

Analicemos los aspectos de nuestra conducta total, como son los pensamientos, palabras, sentimientos, deseos y los actos que reflejen la perseverancia, pero también la unidad.

Respóndete; ¿Mantienes tus lazos conocidos por terquedad o porque reconoces que es una unión positiva para todos los involucrados?

¿Tienes los suficientes ánimos como para meditar críticamente sobre tu conducta con el prójimo, o actúas sin reflexionar? ¿Por terquedad temes siquiera pensar en la posibilidad de la ruptura de los lazos afectivos que son tóxicos para ti o para el otro? ¿Te ciegas a reconocer tus errores, y por consiguiente supones que todo está perfecto en tus relaciones o en tu vida intrapsíquica? Cuando llega el momento de las despedidas temporales o quizás permanentes ¿Te aferras a la imagen del otro o lo dejas ir para permitir que ambos crezcan por carriles diferentes?

¡Un componente esencial de la vinculación es su persistencia!

Reto: Demuestra el nivel de tu vínculo enfrentando los desafíos que obstruyan dicha unión; porque la energía para este día es la resiliencia en la vinculación.

La perseverancia en nuestro trabajo espiritual es la diferencia entre el ganador y el perdedor del juego de la vida. Yosef pasó trece años en prisión antes de convertirse en la poderosa fuente de abundancia en Egipto. El día de hoy acepta el proceso y ve la luz en el hecho de que aún no has llegado.

QUINTO DÍA (Sexta Semana)

(Día 40 de la cuenta del Ómer)

HOD DE YESOD (HUMILDAD EN LA VINCULACIÓN)

Por: Julieta Aguilar y Roosvelt Cabezas (Costa Rica)

Estudiantes Instituto Toráh®

Hod se traduce como “humildad”, y es en esta dimensión donde se establece el aspecto del habla.

Cuando hablamos, ¿Desde dónde lo expresamos? ¿Desde nuestro “yo verdadero”, o desde el “yo social”?

¿Hablamos de la manera en que lo hacemos porque somos voceros de la sociedad, repitiendo las ideas de las masas? ¿O hablamos desde una ideología propia y definida? ¿Estoy hablando de manera material todo el tiempo?

“Hod de Yesod” está vinculado con la humildad por estructura, ya que reconozco humildemente que soy un fragmento de la divinidad, y, por lo tanto, en esta actitud aprendo a exteriorizarme ante la sociedad, sintiéndome nada, pero a la vez en esa nada está el todo.

Debo trabajar en comprender que la humildad no es algo externo, la humildad es algo, que internamente me certifica que soy hecho a la misma imagen divina.

Por lo tanto, cuando me proyecto al mundo, no me preocupo por el “qué dirán”, porque sé que soy un fragmento divino y por lo cual mi comportamiento está basado en ese gran mérito de humildad; Rav Shaúl dijo: “Ninguno tenga más alto concepto de sí mismo que el que debe tenerse, sino que piense de sí mismo con cordura”.

Al mismo tiempo no debería crear una relación solo a partir de mis propias necesidades, debo ser humilde para comprender las necesidades del otro. Tengo que aceptar que soy distinto a todos y que todos son distintos a mí, pero en esta ambigüedad de personalidades podemos crear un proyecto en común.

Las diferencias lejos de causarnos división, deberían producir en nosotros una unión más fuerte y sólida; y esto se logra sólo cuando reconozco humildemente que en esas “diferencias” está el potencial de complementarnos como un todo. ¡Sin duda esto nos dará como resultado una unión duradera!

Humildad no es humillación, sino es tratar de disminuir nuestro “yo”; para ver las necesidades del otro. Saber escuchar y observar, me capacita para poder percibir las necesidades que tiene mi semejante.

Estamos en la emanación de la comunicación estructurada, Hod es la expresión del habla y Yesód es la vinculación externa, cuando me vínculo con alguien más, tengo la gran oportunidad de enseñar al otro a comunicarse eficientemente, a través de mi propia actitud.

¡La arrogancia siempre impedirá la formación de una verdadera unión con los demás!

Reto: Para manejar la energía de este día debemos pensar y analizar: ¿Somos humildes en nuestras uniones con los demás? ¿Somos capaces de reconocer la importancia de sus necesidades más allá de las mías? ¿Qué podemos hacer hoy para ser más humildes en todos nuestros vínculos con los demás?

¡Simplemente, otórgate en humildad!

QUINTO DÍA (Sexta Semana)

(Día 41 de la cuenta del Ómer)

YESOD DE YESOD (VINCULACIÓN EN LA VINCULACIÓN)

Por: Surith Mendoza M. y José Luis Sanabria (México)

Estudiante Instituto Toráh®

Yesod es el filtro donde se acumulan las virtudes de las sefirot superiores, con el potencial de llegar a la manifestación final: que sucede en el último peldaño del Árbol de la Vida: Maljut.

Yesod es el fundamento del plano pre-material, es donde está la sustancia intrínseca de los sueños, antes de transformarse en toda una realidad visible.

Esta sefirá arquetípicamente corresponde a José el soñador, él, antes de recibir la bendición para ser el gran líder en potencia, tuvo que pasar por el proceso de dominar su ego emocional, con el propósito de ser esa vasija con la capacidad de conectar el cielo y la tierra, y poder ser ese vínculo de abundancia y prosperidad para su familia en tiempos de hambruna.

Reto: Es buscar dentro de ti ese sueño que olvidaste; porque potencialmente esa es la llave para tu prosperidad, abundancia y amor.

Recuerda; José vivió en Egipto; pero Egipto no vivió en su corazón, ¡Todo es cuestión de perspectiva!

SEXTO DÍA (Sexta Semana)

(Día 42 de la cuenta del Ómer)

MALJUT DE YESOD (LIDERAZGO EN LA VINCULACIÓN)

No podemos manifestar correctamente la esencia del “yo externo”, si existe un desequilibrio interno. Cuando en nuestra Tiferet hemos encontrado nuestra verdadera esencia, y llegamos al grado de la auto-aceptación, entonces puedo adquirir una personalidad estable; lo cual me potencializa para vincularme hacia los demás sin el protagonismo que demanda el “yo egoico”.

Cuando logramos este equilibrio, se produce la “Nobleza” que nutre y fortalece en un sentido positivo al ego; anulando así, cualquier distorsión de proyección en nuestra realidad material.

Cuando soy líder de mí mismo, entonces estoy en perfecta armonía, porque si me auto-gobierno, entonces puedo gobernar cualquier cosa. Es en esta dimensión que podemos lograr la perfecta vinculación con el mundo que nos rodea.

Reto: Este día aplica dominio propio; sólo por hoy disminuye.  Aunque la invitación es hacerlo constantemente.

¡Nos vemos para la última semana, Shalom!