En este sentido; para buscar la armonía constante necesitamos la luz de Tiferet; la columna central que viene para equilibrarnos entre los opuestos: el dar y el recibir.

Tanto la fuerza negativa (el deseo de recibir), como la positiva (el deseo del dar) son necesarias en nuestra vida; polarizar estas dimensiones nos da carácter y continuidad.

El Alma prospera sólo cuando ha dominado su propio yetzer hará, es allí donde está la función de Guevurá; pero también necesitamos de aliado al cuerpo para poder manifestarnos en esta dimensión material. Así que la corrección nos es aniquilar, sino equilibrar.

Si no ponemos nuestros propios límites; tarde o temprano Guevurá se convertirá en nuestro gran maestro; él nos enseñará a través del sufrimiento y del dolor en cómo lograr el éxito en la vida. Es mejor accionar uno mismo, antes de que el disciplinado y exigente maestro nos llegue.

El arquetipo de esta sefirá es el patriarca Yitzjak, porque el accedió a su propio sacrificio; a su propio Bitul.

PRIMER DÍA

 JESED DE GUEVURÁ (Amor y Bondad en la Disciplina).

El Amor es la expresión más grande que existe; pues se desprende de la misma inmanencia de Di-os.

El detalle radica, que al no saber a ciencia cierta qué es el amor; entonces fallamos en su expresión. El Amor es el dar absolutamente; sin pedir nada a cambio, esta es la definición práctica de la palabra hebrea para amor: Ahaváh; entonces amor es simplemente dar. Yeshua lo dijo de esta manera: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos”.

Así que, cuando aplicamos disciplina por amor; a veces podemos confundirnos en la aplicación correcta.

En el caso de los padres; cuando les aplicamos disciplina a los hijos, ¿En verdad lo estamos haciendo por amor?

A veces existen otros factores dentro del castigo hacia nuestros seres amados, como el propio enojo, o el ego. Así que, debemos tener mucho cuidado cuando aplicamos disciplina; recuerda que el cosmos es un gran espejo donde se nos reflejan nuestras acciones; la ley de la atracción y la ley de medida sobre medida siempre toman vigencia. No sea que al aplicar ciertos límites por “amor” terminémonos fastidiándonos los unos y los otros.

Reto: Aprovechemos el día para que nuestra disciplina siempre esté medida en “¿cuánto puedo dar y cuánto puedo recibir?” Si disciplino en cierta medida por amor; entonces yo mismo soy capaz de recibir ese mismo rigor hacia mi vida. “Con la vara que midas serás medido; y un poco más”

SEGUNDO DÍA

GUEVURÁ DE GUEVURÁ (Disciplina en la Disciplina).

¿Qué tanto soy disciplinado en mi vida espiritual? Sin duda, cuando hablamos de espiritualidad hablamos de disciplina, porque es obvio que cuando tengo una vida espiritual es porque mi alma está ejerciendo disciplina sobre el cuerpo. ¿Pero es suficiente? ¿o necesito aún más?

Existe una regla que aplico en mi vida; siempre digo que saco provecho del día cuando he aprendido algo nuevo. Tengo prohibido irme a dormir si no he conocido algo nuevo que me dé sentido a mi vida espiritual.

¡Que este sea el reto en este grandioso día! Ojo: que esto es para aplicarse siempre.

TERCER DÍA

TIFERET DE GUEVURÁ (Equilibrio en la Disciplina).

Por otro lado, ser diligentemente disciplinado te llevará al extremo de la locura. Entiende que se puede ser metódico pero compasivo a la vez. Creo que la compasión va de la mano con la paciencia. A veces queremos abarcar de más; y estiramos tanto que terminamos rompiendo la liga de nuestra paciencia.

Creo que cuando hay armonía en nuestra disciplina, lo disfrutamos; porque esta forma de disciplina no condena.

Reto: No te condenes por lo no hiciste; por lo que no lograste; siempre Ha’Shem nos dará oportunidad para ponernos a cuenta. Está escrito: “Venid luego, dice Adonai, y estemos a cuenta: si vuestras transgresiones fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18)

CUARTO DÍA

NETZAJ DE GUEVURÁ (Fortaleza en la Disciplina).

A veces no rendimos a la primera; sin siquiera dar pelea. Nuestros hábitos, o bien, nos destruyen o nos prosperan. Tenemos la peculiar manera de pedir fortaleza a Ha’Shem para eliminar nuestros malos hábitos.

En nosotros está la fortaleza; el Bendito Sea la ha dejado potencialmente en el alma como un código abierto; sólo basta con tener un compromiso real con nosotros mismos; sin este ingrediente nunca sucederá nada; el mejor ejemplo lo tenemos con Melej David; escrito está: “Bendice, alma mía, a Adonai, y bendiga todo mi ser su Santo Nombre” (Sal. 103:1)

Reto: Da órdenes a tu alma y cuerpo para bendecir a Ha’Shem en todo tiempo; es así como se ejerce la fortaleza.

Consejo: ¿Cómo se quita un mal hábito? R: Trayendo un buen hábito.

¡Haz el intento!

QUINTO DÍA

HOD DE GUEVURÁ (Humildad en la Disciplina).

Humilde viene de su etimología “humilitas”; “itas” cualidad de ser; y “humus” que significa tierra. En otras palabras; es la aceptación de nuestros propios límites; y esto sólo se logra cuando uno está al nivel del piso.

Siempre se es humilde cuando se usan las rodillas; la palabra hebrea para rodilla es “Berek” (בֶּרֶךְ); las mismas letras se usan para el verbo arrodillarse “Barak” (בָּרַךְ); ellas comparten la misma raíz de la palabra Berakáh (בְּרָכָה) que significa “Bendición”.

¡La combinación de humildad y disciplina nos traerá bendición!

Reto: ¿Qué tanto estamos dispuestos a doblegarnos? Las mejores victorias se ganan de rodillas.

Pasa un tiempo a solas con el Creador; en la mejor postura que puedas tener: de rodillas, y verás como sales empoderado de tu habitación.

 SEXTO DÍA

YESOD DE GUEVURÁ (Vinculación en la Disciplina).

Reto: Haz un compromiso con alguien más en cuanto a la disciplina; quizás sea tiempo de hacer un cambio en familia o en pareja. Esto ayuda mucho para afianzar los lazos de compromiso.

Mi esposa y yo decidimos cenar vegetales; ¡Nos va muy bien!

Fíjate que área en nuestra familia flaquea y necesita un cambio; aprovecha el día y empieza el reto en conjunto; sin duda les dará mucha fuerza.

SEPTIMO DÍA

MALJUT DE GUEVURÁ (Liderazgo en la Disciplina).

A veces ponemos los ojos en arquetipos que destellan mucho; pero que no necesariamente tienen que ver con nuestros propósitos personales.

No hay nada peor que ocupar un lugar dónde no hemos sido llamados; en otras palabras, no puede existir peor fracaso, que tener éxito en una asignación ajena.

Reto: Fíjate si estás contento y dichoso en lo que estás haciendo; si el caso es contrario, entonces deberías replantear tu vida; siempre hay tiempo para volver a empezar.

¡Sé el mejor líder para tu propia vida!

Nota; Nos vemos para la siguiente semana