Parashá "Vayikrá"

PARASHÁ 24 “Vayikrá” 5782

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves / Nivel Sod)

 

Lectura: Vayikrá (Lev.)  1:1 – 6:7

 

Hoy estudiamos la primera porción del tercer libro de la Toráh llamado Vayikrá; el mismo nombre que lleva esta porción número veinticuatro.

En esta parashá encontramos el tema acerca del servicio de los kohanim en lo referente a los korvanot (ofrendas), mal traducido como sacrificios, aunque ya hemos tratado este asunto en los años anteriores, sólo mencionaré de forma breve que existían cinco ofrendas; tres de ellas eran voluntarias y sólo dos eran obligatorias.

Interesante es que son Cinco Libros de Moshé: Bereshit, Shemot, Vaykrá, Bamidbar y Devarim. Así como Cinco Mundos o Dimensiones: A. Kadmon, Atzilut, Briá, Yetzirá y Asíah. Además, Cinco Niveles del Alma: Yehidá, Jaiá, Neshamá, Ruaj y Nefesh. Y cada uno de ellos son representativos de cada libro de la Toráh.

Existen tantos códigos innumerables e incluso interminables en los cinco libros de Moshé; pero el principal de todos es el primero de ellos: Bereshit; aquí encontramos todos los misterios de la creación; en Shemot se recibe la Toráh y se levanta el Mishkan; y este tercer libro nos habla de la Avodáh (servicio) dentro del Mishkan. Como lo estudiamos anteriormente; el Mishkan está representados por nuestro propio cuerpo; el Cohen es el Alma que ministra la presencia del Santo Bendito Sea; entonces vamos desde lo externo hasta lo interno; y es allí donde se manifiesta el Korbán que nos acerca a la Santa Presencia.

Ahora bien, hace un año les mostré que desde el primer versículo con que da inicio esta porción nos enseña de entrada códigos poderosos que nos dimensionan a comprender que es lo que el Eterno quiere de nosotros. Korbán viene de la raíz karot que significa acercarse; ¿Acercarse a quién? Al canal de la misericordia: יהוה; y esto queda claramente establecido por los códigos que encontramos en el misterio de los “saltos de las letras equidistantes”. Tomamos la primera letra Yud que aparece en todo el primer verso (Lev. 1:1); y contamos ocho saltos y marcamos la letra en cuestión; sucesivamente por tres veces; increíblemente se forma las cuatro letras del Nombre Inefable (יהוה).

Además de esto, este primer verso contiene 9 palabras totales; lo cual nos sumerge al mundo de la Eternidad. La letra hebrea que representa el valor de nueve es la letra Tet que significa canasto; es decir, un recipiente que recibe; ¿Qué recibe? La Luz de los mundos superiores; y esa Luz vuelve a ascender.

Pero aunado a ello, el primer versículo en cuestión está formado por 35 letras; quitando la Alef pequeñita nos da igual a 34; esto nos indica una alusión directa a la raíz hebrea (גאל) de donde se extrae la palabra Redención, de la misma forma la palabra Revelar / Descubrir”.

En otras palabras, lo que estos códigos nos están mostrando es que recibimos un llamado (Vayikrá) de Ha’Shem desde los más interno de nosotros; nuestro templo, para poder acercarnos a Él a través del canal de su misericordia; en esa acción de humildad y aniquilamiento del ego (la parte animal en nosotros), y así hacemos subir la Luz que nos llega; otorgándonos Redención y Revelación.

Esta es la esencia de esta porción ¡Descubre todos los detalles en el estudio completo de esta semana!

¡Shabbat Shalom Umevoraj!

 

 

Por: Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

 

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