PARASHÁ #6 “Toldot” 5782

“Meditando Nuestra Parashá Semanaria” by Instituto Toráh®

(Serie: Reflexiones Breves)

Lectura: Bereshit 25:19 – 28:9

“Si es así, ¿Para qué quiero yo esto?”

Esto es lo que exclamó Rivkáh al enterarse que existían dentro de su vientre mellizos (Bereshit 25:22).

EL MUNDO DE LA DUALIDAD

La creación fue hecha en códigos binarios, el relato de la Creación inicia con la palabra “Bereshit”, cuya letra inicial es la “Bet” (ב), aludiendo al mundo dual; de hecho, el término “Bereshit” se puede traducir como “Bet Reshit”, es decir “Dos Principios”; “Dos Comienzos”.

Todo está conformado por el Dos:

• Cielo y Tierra,
• Luz y Oscuridad,
• Hombre y Mujer,
• Día y Noche,
• Vida y Muerte,
• Visible e Invisible,
• Mundo Espiritual y Mundo Físico, etc.

Rivkáh representa el mundo dual, dos seres peleaban en su vientre, y éstos se oponen entre sí. Dos personajes que representan a dos pueblos: Esav (Edom) y Ya’akov (Israel).

En el nivel de interpretación Sod, esto alude al mundo interno del Ser Humano; es decir lo Físico y lo Espiritual; el Cuerpo y el Alma; el Lado Derecho (Bondad) y el Lado Izquierdo (Rigor); el Yetzer Ha’Rá (Inclinación al Mal) y el Yetzer Ha’Tov (Inclinación al Bien).

Esav es rojizo porque representa la Sangre, de hecho “Edom” desciende de Esav. Rojo en hebreo es “Adom” y a su vez “Dam” significa Sangre. 

Así que Esav es la parte Física, pero Ya’akov representa la elevación del Alma (Recuerda que es a él a quien se le cambia el nombre por Israel).

Pero a su vez (repitiéndose lo de Rivkáh), Ya’akov representa también el Mundo Dual:

• Es padre de dos mellizos,
• Tiene dos nombres,
• Dos esposas: Bilhá y Salpa (Gén. 29).

Ya’akov es el ejemplo de cómo vencer el mundo material (ego), él vence a su propio Yetzer Ha’Rá cuando peleó con el ángel. Cuando Ya’akov vence, se convierte en Israel.

El Cuerpo representa el Mundo Temporal porque éste tiene Principio y Fin, en contraposición la Cabeza representa el Tiempo Atemporal (eternidad) debido a que ella es redonda, no tiene Principio ni Fin.  

¡A esto se le llama ser Israel!

El nombre elevado de Ya’akov es Israel, cuando la palabra “Israel” (ישראל) se transmuta nos da como resultado la palabra “Rosh sheli” (ראש-שלי) que significa “Mi Cabeza”.  

Ya’akov una vez que vence a su propio “Yetzer Ha’Rá” se convierte en Cabeza, es decir, trascendió del Mundo Físico al Mundo Espiritual.  Dejó la dualidad para convertirse en ejad, en unidad con el Bendito Sea.

En otras palabras, cuando la Conciencia del Alma es despertada entonces pude elevarse al nivel más alto conocido como la Yehidá.

Pasamos de la “Conciencia Bet” a la “Conciencia Alef”, donde podemos decir: “¡Yo y el Padre Uno Somos!”.

Quizás puedas preguntarte como Rivkáh ¿Para qué quiero yo esto?  ¿Para qué las pruebas? ¿Es necesario todo esto? la respuesta es un contundente Sí.

Cuando el Tzadik (justo) pasa por pruebas difíciles, es Ha’Shem quien le da la oportunidad para poder quebrar su propio cuerpo; para otorgarle más fuerza al Alma. Esta acción nos lleva a romper la inteligencia “animal”; cuando el cuerpo se “rompe”; el Alma se puede expandir perfectamente. El cuerpo aprisiona al Alma, a esta prisión se le llama el “ego”. Cuando pasamos por prueba difíciles el cuerpo se debilita, entonces el Alma puede salir de la esclavitud haciéndose totalmente libre.

¡Solo se puede trascender cuando nos vencemos a nosotros mismos!

Oscar Jiménez Gless

Dir. Instituto Toráh®

AGRADECEMOS SU DONACIÓN DE AMOR A ESTE MINISTERIO:

https://www.paypal.me/institutotorah